El ciclo cafetero 2018/2019 dejará un excedente de producción superior a tres millones de sacos en el mundo - más de 830,000 quintales- prevé la Organización Internacional del Café (OIC), por lo que se mantendrán bajos los precios, que han llegado a niveles no vistos en13 años.

La OIC calcula que el consumo mundial de café será de 164.99 millones de sacos (unos 44.88 millones de quintales) en el ciclo 2018/2019. Esta proyección apunta a un crecimiento de 2.2 %, es decir, 3.61 millones de sacos (981,920 quintales) adicionales a los 161.38 millones (43.89 millones de quintales) del ejercicio 2017/2018.

Mientras tanto, la producción mundial crecerá en 2.51 millones de sacos (682,720 quintales) hasta alcanzar 168.05 millones de sacos (45.71 millones de quintales). En la cosecha 17/18 se produjeron 165.54 millones (45.03 millones de quintales).

Es así como la OIC espera un excedente de 3.06 millones de sacos (832,320 quintales) por segundo año consecutivo, ya que en el anterior ciclo se reportaron 4.16 millones de sacos (1.13 millones de quintales).

“Este excedente de la oferta ha contribuido en grado sumo a los bajos precios actuales”, indicó la OIC en su informe de mercado de marzo pasado.

Para la OIC, el mayor incremento en producción se observará en Sudamérica, con un crecimiento de 4.4 %, donde Brasil, México y Guatemala mostrarán un mayor dinamismo. Asia y Oceanía mostrarán un descenso junto a la región centroamericana, por la caída en 1.5 % de Honduras.

 

Precios a la baja

En su informe, la OIC destacó que el precio indicativo de la libra de café cayó a niveles no vistos en los últimos 13 años, al colocarse en $0.97 en marzo pasado.

Este es el promedio mensual más bajo desde octubre de 2006, cuando llegó a $0.95 la libra, señaló la OIC. También el más bajo en el último año, incluso más que el promedio de septiembre de 2018, que alcanzó $0.98 por libra.

Dicho comportamiento en el mercado internacional ya se siente en los productores salvadoreños y comienza a generar una crisis humanitaria en el campo, aseguró ayer Juan Francisco de Sola, gerente general de la Unión de Exportadores (Unex).

“Esta crisis está generando una crisis humanitaria en el campo porque en la medida que baja el precio del café, se trabaja menos las fincas, se genera más reclutamiento a las pandillas y también hay más migración”, afirmó.

Esta crisis evidencia una vez más la necesidad de una institución que conduzca la reactivación del café salvadoreño a través de la investigación y transferencia de tecnología, pero “que represente a los intereses de toda la cadena”, señaló De Sola, quien también preside la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores (Abecafé).

Ricardo Esmahan, director ejecutivo de Abecafé, aseguró que la gremial y el resto del sector está listo para presentar una propuesta al nuevo Gobierno. “Creemos que sería una buena oportunidad para sacar adelante la caficultura del país”, afirmó.