La exembajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, criticó categóricamente la militarización de la Asamblea Legislativa el pasado 9 de febrero, asegurando que la demostración "brutal" de fuerza del presidente Nayib Bukele, transgrede la Carta Democrática Interamericana.

El documento adoptado por todos los países del hemisferio occidental, expone los principios democráticos a los que deben adoptarse los gobiernos de las naciones que conforman la Organización de Estados Americanos (OEA).

Aponte, que fungió como embajadora de los Estados Unidos en El Salvador en 2016, analizó para el Diálogo Interamericano la crisis constitucional que vivió el país durante el 9-F. Las razones que motivaron el despliegue militar de Bukele, afirma, son difíciles de entender.

"¿Qué hay detrás del despliegue de fuerza militar de Bukele en el edificio de la Asamblea? ¿Es tan alarmante como sugieren la oposición, gobiernos internacionales y grupos de derechos humanos? ¿Cuáles son las políticas que busca implementar y por qué no son respaldadas por la Asamblea?", cuestionó el tanque de pensamiento, basado en Washington.

“Es difícil entender la motivación del Presidente Nayib Bukele de enviar tropas a la Asamblea Legislativa de El Salvador. Bajo la luz más benévola, sus acciones representan una impulsiva, impetuosa e irreverente acción; pero en el lado menos amable, él sigue instintos de un autoritario para desbalancear los órganos de gobierno”, afirma Aponte.

Para la exfuncionaria, la amplia base de seguidores del presidente "puede sentirse tentada a apoyar sus acciones contra la Asamblea, señalada por sus graves problemas de corrupción", pero "la brutal demostración de fuerza de Bukele violó la Carta Democrática Interamericana, una trangresión que la Organización de los Estados Americanos y democracias líderes en el hemisferio pudieron haber subrayado”.

El 9 de febrero, frente a un mitin convocado en las afueras del edificio legislativo, Bukele citó el Artículo 87 de la Constitución y dijo que "no se interpondrá" ante el poder del "pueblo" para reclamar la salida de los diputados, por no aprobar el préstamo de seguridad.

Este episodio, para la exdiplomática, "solo produce escenarios de derrota". "El Salvador perdió inversión extranjera que podría combatir el crimen, e irónicamente, Bukele dañó su relativamente inmaculada reputación internacional”, añadió.

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