Fiscal al momento de presentar la acusación. / Cortesía


El exjuez de Primera Instancia de Atiquizaya, Ahuachapán y exmagistrado suplente de la Cámara Tercera de lo Civil de la zona occidental, Joaquín Francisco Molina Linares, fue enviado a juicio por prevaricato (resolver contrario a derecho), delito que le atribuye la Fiscalía General de la República.

En la resolución de la audiencia preliminar, el Juzgado 2o. de Instrucción de Santa Ana, determinó que los elementos de prueba recopilados por el Ministerio Público en la etapa de investigación son suficientes para ser sometidas ante un juez de sentencia de esa jurisdicción.

Al exfuncionario judicial no se le modificaron las medidas y continuará en libertad, pero deberá presentarse a la vista pública cuando sea convocado por el Tribunal Primero de Sentencia asignado para realizar el juicio.

El imputado es señalado supuestamente de asesorar al abogado José René Ramírez Peña en tres expedientes judiciales que se ventilaron en el Juzgado de Primera Instancia de Atiquizaya que él presidía.

La Fiscalía presentó como prueba clave un informe de análisis de llamadas telefónicas realizadas del 18 de enero de 2017 al 10 de abril de este mismo año, período en el cual se registraron 116 llamadas entre los números del juez y el abogado.

Este caso fue judicializado por la Fiscalía el 17 de abril del año 2018, en el Juzgado 2o. de Paz de Santa Ana. La Unidad Especializada Contra el Crimen Organizado, tras detectar indicios del delito cometido supuestamente por el exjuzgador, promovió un antejuicio en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), debido a que por ser un delito oficial debía contar con la autorización de los magistrados para procesarlo.

Al revisar la petición la Corte Suprema de Justicia encontró pruebas de las supuestas anomalías de Molina Linares y se resolvió desaforarlo y autorizar al Ministerio Público para que le iniciara el juicio penal.