El experto en Transparencia, Alberto Precht, recomendó a las empresas trabajar en un código de ética, así co-mo en un esquema de responsabilidades jurídicas. / Cortesía


Alberto Precht, director ejecutivo de Chile Transparente y miembro del Consejo Directivo de Transparencia Internacional, recomendó ayer a los empresarios de El Salvador romper con la “tradición” latinoamericana de “si no está en la ley lo podemos hacer”.

En alianza con el Consorcio por la Transparencia y Lucha contra la Corrupción, Precht brindó una conferencia a empresarios salvadoreños sobre la ética como clave para la competitividad.

En su ponencia, el experto chileno llamó a romper “totalmente con la tradición latinoamericana de si no está en la ley lo podemos hacer (…). Si quieren que sus empresas vayan bien, lideren, tienen que actuar de manera ética”.

Precht consideró que la corrupción es un problema global con corresponsabilidad entre los sectores privado y público, porque si se aguarda a que la Asamblea Legislativa apruebe leyes a favor de la transparencia “vamos a esperar otros 50 años”. En cambio, agregó, una empresa no se demora en “tomar una buena decisión de negocios”.

El director de Transparencia Internacional recomendó crear un sistema de “compliance”, es decir, un esquema que incluye responsabilidades jurídicas, amarrado a un código de ética para prevenir casos de corrupción al interior de las compañías.

“La empresa sí puede ir mucho más allá de lo que la ley puede. En el ámbito de los negocios consiste en la toma de decisiones prudentes”, manifestó.

 

Código de Ética para pequeñas y grandes empresas

Seguido de la conferencia de Precht, se desarrolló un conversatorio con la Cámara Americana de Comercio (AmCham) y La Constancia.

La directora legal y de asuntos corporativos de La Constancia, Carol Colorado, manifestó que hacer un código de ética “no es solo para la gran empresa” sino también incluye a la micro y pequeña.

“En La Constancia tenemos una serie de principios”, aseguró. Una de las normas internas es no permitir la recepción ni otorgar regalos a políticos, además de documentar las reuniones con funcionarios públicos.

“Impulsar una política de cumplimiento puede ser doloroso en algunos casos, pero debe prevalecer siempre lo correcto y respaldar la reputación de la compañía”, comentó.

En esa línea, Carmen Aída Muñoz, directora ejecutiva de AmCham, destacó que las empresas pueden tener códigos de ética pero, primero, se debe predicar con el ejemplo y para ello tiene que existir un “compromiso de las más altas directrices o autoridades administrativas de las empresas para que se cumplan”.

La vocera de la gremial consideró que “el peor” enemigo para la corrupción es la discrecionalidad de los funcionarios públicos.

“Esa fragilidad se presta para que los códigos de ética fallen y para que tengamos un vacío legal en cómo actuar”, añadió la directora ejecutiva de la AmCham.