El Ministerio de Hacienda se comprometió ayer a poner en funcionamiento la factura electrónica en el primer semestre de 2020, una de las deudas del anterior Gobierno y cuya aplicación elevaría la recaudación tributaria en un 1 % del Producto Interno Bruto (PIB).

En julio pasado, la Asamblea Legislativa aprobó la incorporación de $1.5 millones al Ministerio de Hacienda de un préstamo de $30 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para que inicie la aplicación de la unidad ejecutar.

Nelson Fuentes, titular de la institución, aseguró ayer que con ese financiamiento se lanzará en enero próximo la licitación de los servicios y, unos seis meses después, entre junio y julio de 2020, se aplicará con las primeras 50 o 100 empresas.

La facturación electrónica es un mecanismo para aumentar los ingresos de impuestos. “Implica que si logramos ser efectivos a partir de junio o julio del próximo año entraríamos a una etapa de recaudación adicional, en la cual nosotros esperamos menores necesidades de financiamiento y tratar de cubrir el déficit fiscal”, señaló.

En la medida que los sistemas de facturación electrónica van madurando así es su recaudación, indicó, y se ha “determinado con el BID que en un promedio de tres años podemos recaudar en total 1 % del PIB adicional a los recursos que ya tenemos”, señaló. Fuentes.