Ester enflora desde hace cuarenta años a su hermana. / DEM


Familias salvadoreñas llegaron ayer desde las 9:00 a.m. a cementerios del país para recordar a sus parientes. Cargando ramos de flores amarillas y blancas en sus manos, María Ester Ramírez Barrera, de 88 años de edad, a las 10:30 a.m. camina hacia el cementerio municipal La Bermeja. Desde hace 44 años, cada 1 de noviembre, Ester viene de Santa Tecla a San Salvador a limpiar la tumba de su hermana, quien falleció en un accidente de tránsito

“Uno viene con sentimiento a visitar a sus familiares, nos sentimos tristes porque se nos fue demasiado joven, no se lo niego, pero la tradición no la perdemos. Mi hermana murió a los 35 años de edad y mis padres murieron ya mayores, y ahora solo yo vengo, y a veces mis bisnietos me acompañan”, asegura Ester mientras le ayudan a pintar el sepulcro de su hermana.

Desde las 10:30 a.m. Ester compra flores naturales para su hermana. / DEM


Aproximadamente, a las 11:30, Ester coloca flores artificiales y naturales sobre la tierra y sonríe al recordar que a su hermana le gustaban todos los colores. “Te extrañamos pero sé que estás en un mejor lugar”, dijo la señora antes de rezar por el alma de su familiar. Asimismo, niños, jóvenes y adultos llegaron al cementerio con arreglos flores y cruces nuevas para darle vida a los sepulcros.

“Nosotros venimos hoy (ayer) porque es más barato comprar flores y hay menos gente visitando a sus familiares y así nos quedamos rezando porque todos los 2 de noviembre está demasiado lleno y no cabemos”, aseveró Gloria de González.

Agentes de la PNC y soldados brindan desde ayer seguridad en los cementerios. / DEM


De acuerdo al comerciante de flores, cruces y velas, William Martel, las ventas afuera de los campos santos están tranquilas pero esperan que hoy mejoren debido a que la gente prefiere llegar a visitar a los difuntos los 2 de noviembre.

“Esperamos que mañana esté mejor, tenemos velitas de $1.00, cruces $2.00 y los arreglos si son pequeños cuestan $2.00 y $3.00 si es grande el arreglo”, dijo el vendedor. Ayer, la sargento de la División de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC), al menos 30 elementos de la policía y la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), brindarán seguridad a quienes lleguen a visitar a sus familiares.

 

Francisca Salinas visita cada año la tumba de su esposo fallecido. / DEM