Foto: Fespad


La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) presentó un informe que corresponde al periodo desde 2018 hasta junio de 2019, sobre el ambiente en el que trabajan los defensores de derechos humanos en El Salvador.

De acuerdo con el documento, en el país la defensa y promoción de los derechos humanos se ejerce al margen de los defensores independientes, provocando su desprotección lo que "favorece el abuso, persecución, intolerancia, acoso, discriminación, marginación, criminalización, judicialización, muerte e impunidad", de estos defensores.

Además, señala la falta de un registro oficial sobre violaciones de derechos a defensores, y la inexistencia de leyes que los protejan.

"Para el Estado en su conjunto parecería que los defensores de los derechos humanos en El Salvador no existen. Entonces hay una serie de consecuencias que dependiendo del área en que se esté trabajando y la forma en la que se estén defendiendo los derechos humanos, hay consecuencias para las personas, algunas de las cuales han sido hasta la muerte", indicó María Silvia Guillén, presidenta de Fespad.

El informe critica que en el país no se cuenta con marcos normativos que den respuesta al requerimiento internacional sobre los derechos humanos, y condena "el poco interés de los diferentes actores estatales", por garantizar la vida y la integridad física y psíquica de estas personas.

La Fundación también señaló que en el país no existe una política pública, ni mecanismos nacionales de seguridad y protección a la integridad de los defensores de derechos humanos, a la de sus familias y sus organizaciones, "dejándoles en total indefensión frente a un aparato estatal que los criminaliza". Y menciona que muchas veces ni siquiera estas personas conocen la dimensión del riesgo que corren en su papel de defensores y denunciantes.

Por último, Fespad llama al Estado salvadoreño, para que respalde el trabajo, protegiendo y promoviendo a los defensores de derechos humanos en el país.