Ricardo Castaneda, economista del Icefi


Antes de la pandemia del Covid-19, El Salvador experimentaba un nivel de endeudamiento bastante elevado. Con las emisiones de deuda para sufragar los gastos con el fin de atender la emergencia, además de cubrir el déficit de recursos en el presupuesto 2020, la situación de las finanzas públicas llega a un nivel crítico que requiere de acciones inmediatas, explica Ricardo Castaneda, economista de Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi). “Vamos a ver si ahora que se presentará el presupuesto general del próximo año van las primeras medidas encaminadas a darle sostenibilidad a las finanzas públicas”, dice.

 

El presidente de la República decía que el Gobierno solo ha recibido 200 y pico millones de dólares, a pesar de las autorizaciones de préstamos y bonos. ¿Hay incertidumbre de cómo se están manejando las finanzas públicas?

Es importante tener claridad sobre las distintas herramientas con las que cuenta el Estado para obtener recursos a través de deuda. Uno es el tema de los préstamos con organismos multilaterales. En ese tipo de préstamos, requiere que la Asamblea Legislativa autorice al Gobierno que empiece a negociar con los organismos, luego tiene que regresar a la Asamblea para que ellos digan que están de acuerdo y, luego, esos recursos tienen que ser incorporados en el presupuesto. Los que ya ingresaron al presupuesto son $389 millones provenientes de un préstamos del Fondo Monetario Internacional, $20 millones provenientes del Banco Mundial, $42 millones provenientes de un préstamo con la cooperación japonesa y $179 millones ($197 millones) que aprobaron del préstamo BID (Banco Interamericano de Desarrollo) de $250 millones que solo hicieron una ratificación oficial. Esos montos ya entraron a las arcas del Estado, ya tienen un destino. Adicionalmente, el Gobierno emitió $1,000 millones de deuda a través de bonos. Para los bonos solo necesita que la Asamblea le autorice que pueda salir a negociar.



¿Necesita solo la autorización para emitirlos?

Exacto. Eso quedó establecido en el decreto 608 que pueden ser hasta $2,000 millones y el 640 hasta $1,000 millones. De esos $3,000 millones, El Salvador ya salió a emitir $1,000 millones a una tasa de 9.5% que se van a pagar en 32 años. De acuerdo a lo declarado por el expresidente del Banco Central de Reserva, de esos $1,000 millones ya $645 millones ya entraron a las cuentas de Hacienda y ya están a su completa disposición, $354 millones todavía falta que la Asamblea Legislativa diga hacia dónde se van a utilizar. Pero el Gobierno también puede utilizar Letes (Letras del Tesoro) y Cetes (Certificados del Teroso) que son como las tarjetas de crédito. Se emiten en los mercados nacionales a través de la Bolsa de Valores y son deuda de corto plazo. Se habían emitido antes del lunes 21 de septiembre $1,645 millones en Letes y Cetes, y el lunes (21 de septiembre) se emitieron $645 millones de Cetes. Esos recursos pueden ser usados para financiar cualquier parte del presupuesto y no requieren que la Asamblea Legislativa los apruebe.

 

¿Eso no pasa por la Asamblea para incorporarlos al presupuesto?

No. En el caso de las Letes, cuando se pide el presupuesto, se deja establecido el monto máximo, que para este año es el 30 % del presupuesto. Lo que pasa es que en el país, desde hace muchísimas décadas, el manejo de las Letes ha causado un desorden financiero porque, cuando termina el año, no paga las Letes que emitió. Se genera algo como una especie de deuda flotante, en la cual va acumulando altos niveles de deuda de corto plazo. Esos recursos de Letes puede utilizarlo para cualquier cosa que ya está aprobado en el presupuesto, para pagar salarios, comprar medicinas, viajes, publicidad.

 

¿Las autorizaciones en el marco de la pandemia son específicamente para acciones en la atención de la misma?

Para poder financiar ese presupuesto total se le autoriza al Gobierno emitir $645 millones en bonos, los puede utilizar para cualquier cosa que ya estaba aprobado. En el decreto 608 (aprobado el 26 de marzo de 2020), dice que se va a crear un fondo especial de recuperación económica y ahí se creó una línea presupuestaria. Lo que tendría que hacerse es que cada vez que se emita deuda esos recursos tendrían que incorporarse en ese fondo. Luego, en el decreto 640 (5 de mayo de 2020), se crea el fideicomiso, se establece $600 millones. ¿Qué significa? Que también hay una responsabilidad de la Asamblea Legislativa de cuando sean emitidos los bonos en el mercado internacional, así como los préstamos, que al momento de incorporarlos al presupuesto se incorporen en estas líneas presupuestarias que ellos mismos crearon.

Diputados creen que el decreto 640 ya estaba utilizado para colocar deuda, ¿cómo saber si estaba disponible?

La institución clave es Hacienda, tiene que mandar los informes de todas las emisiones de deuda y las utilizaciones que han hecho. Básicamente, el techo que le ha aprobado la Asamblea al Gobierno para emisión de deuda son $3,645 millones.

 

¿La preocupación es que el país se queda más endeudado, el Presidente pareciera minimizarlo?

Claro, las medias verdades pueden generar dudas. Él enfoca mucho la parte de préstamos. Sin embargo, sí ha tenido recursos utilizando los recursos que la ley le permite. Este año, de acuerdo a las estimaciones del Icefi, puede cerrar el país con una deuda en torno al 92.3 % del PIB (Producto Interno Bruto).

Algo que debería estar explicando es la gestión que se ha hecho de la deuda, porque, estar utilizando recursos a través de la colocación de Letes y Cetes a tasas de interés bastante altas, lo que va a hacer es comprometer los presupuestos de los próximos años. Esta emisión de $645 millones a una tasa de 7.5 % es muy alta, lo que va a provocar es que el próximo año la partida del presupuesto del servicio de la deuda sea muy alta. Es el principal síntoma de que la situación financiera y fiscal del país está en estado crítico.

 

¿Es una crisis que ya está?

Sí. Antes de la pandemia ya la situación fiscal en El Salvador era una situación en números rojos. Con la pandemia la situación fiscal y financiera se ha agravado a tal punto que se tienen que adoptar medidas ya. Por eso digo que están en cuidados intensivos. No podemos esperar que pasen las elecciones para tomar medidas. Porque los riesgos fiscales son muy grandes, de hecho ya los estamos viendo.

 

Perfil

Licenciado en Economía de la Universidad de El Salvador, máster en Gobierno y Gestión Pública en América Latina de la Universidad Pompeu Fabra/IDEC, Barcelona, maestría en Política Mediática, Mapas y Herramientas para una Nueva Cultura de Ciudadanía, de la Universidad Complutense de Madrid. Forma parte del Icefi desde 2013, Actualmente se desempeña como Coordinador de país para El Salvador y Honduras.