Según decreto legislativo, cada 10 de mayo en El Salvador se celebra el Día de la Madre, ocasión que aprovechó Muyshondt para honrar a las mamás, a través de detalles y un breve discurso en el Mercado Central. “Ustedes son la base de nuestras familias y las familias la base de nuestra sociedad. A ustedes les debemos porque juegan ese doble rol, el de trabajar por nuestra ciudad, por su gente, y al mismo tiempo formar a sus hijos y darles a nuestras futuras generaciones un porvenir próspero”, dijo.
Entre las agasajadas se encontraba Ena Barahona, comerciante de gabachas de plástico, quien sola, educó a sus tres hijos, luego que su esposo la abandonara hace más de 25 años. “Ya terminé de vender, vendí dos docenas de gabachas y ahora voy a disfrutar aquí”, expresó. Aunque en los mercados capitalinos se respiraba alegría, en los cementerios de la ciudad gobernaba la tristeza y melancolía, pese a las interpretaciones de los mariachis. Ana Yaneth Callejas, originaria de Ciudad Delgado, visitó ayer el camposanto La Bermeja, donde reposan los restos de su madre, quien falleció hace tres meses.
“Mi madre era luchadora”, recordó al colocar con delicadeza y lágrimas las últimas flores alrededor de la lápida. El dolor por la pérdida también fue manifestado por David Enrique Galán, quien el pasado 1 de mayo sufrió por la muerte de su tatarabuela. “Es que yo la quería, por eso le pongo flores”, dijo -con una inocente voz- el pequeño de cinco años.