Ser tolerante es una virtud de las personas buenas e inteligentes. La persona tolerante respeta las ideas y actitudes de los demás, aunque sean diferentes a las suyas. Se dice que saber usar los silencios y escuchar son dos cualidades de los tolerantes que saben vivir en sana convivencia.

Para vivir en El Salvador hay que aprender a ser tolerante por convicción, necesidad o conveniencia. Aquí convivimos personas de todas las visiones e ideologías posibles y bajo condiciones estresantes que fácilmente hace que algunos caigan en acciones de las que rápidamente se arrepienten por los agravios que se generan.

La semana pasada Daniel Ochoa Menjívar, de 52 años, fue condenado por el Tribunal Primero de Sentencia de San Salvador, a 33 años de cárcel por haber matado a una mujer y haber lesionado a un hombre.

Resulta que Ochoa era un vigilante privado con autorización para portar armas de fuego. La tarde del 28 de febrero de 2018 abordó una buseta de la ruta 140, cerca del parque San José de San Salvador. Cuando el conductor le cobró le advirtió que le faltaban diez centavos, por lo que el vigilante furibundo sacó su arma y le disparó al motorista, pero una de las balas cayó a Elsy Nohemy Cornejo, de 25 años, quien murió en el instantesin haber dado un tan solo motivo para su fatalidad. Al conductor se lo llevaron de emergencia a un hospital, Medicina Legal llegó para recoger el cadáver de la joven y el vigilante fue detenido en flagrancia cuando huía. Al final del juicio el juez le impuso 18 años de prisión por la muerte de la joven empleada y 15 por el intento de homicidio en perjuicio del conductor. Ochoa lloraba arrepentido tras ser condenado porque según él tiene esposa e hijos a los cuales mantenía. La falta de tolerancia lo llevó a la cárcel y a destruir a varias familias, entre ellas la suya.

A diario en los tribunales del país desfilan casos de intolerancia. Situaciones dramáticas con consecuencias lesivas que pueden perfectamente evitarse siendo tolerante. La gente pelea por todo y por nada. Discuten por temas y situaciones baladíes, muchos andan todo el tiempo malhumorados y riñen hasta con su propia sombra. La vida es demasiado bella y corta como pasársela todo el tiempo siendo intolerante y jodiéndose la vida por no tener control sobre nuestras acciones.

El viernes se viralizó el video del conductor del vehículo placas P 667-446 que furioso se baja de su vehículo y se abalanza a golpes contra un gestor de tránsito frente al monumento del Salvador del Mundo. Un seguimiento de cámaras permitió ubicar al conductor Erick Edilberto Flores Martínez, de 30 años, quien el sábado fue detenido en flagrancia.

Flores fue presentado ante los medios de comunicación y ante los periodistas aceptó ser el conductor intolerante y a la vez pidió perdón a su agredido. Se ha comprometido a aprender de su error y justifica su actuación por un “momento de cólera”.

Con todo y su arrepentimiento Flores será acusado ante un Juzgado de Paz de San Salvador, probablemente por daños, que conlleva una pena carcelaria entre uno y tres años. De ser condenado tendrá que pagar con jornadas de utilidad pública o cumpliendo medidas. A Flores, que deberá pagar abogado o ser defendido por un procurador,le vendría bien muchas jornadas de atención psicoterapéuticas para no seguir haciendo daños a sus semejantes ni perjudicar a su familia.

Lo de Ochoa y Flores, como ya dije, es demasiado cotidiano en nuestro país. Basta ir a cualquier estadio para darse cuenta como las aficiones rivales se ofenden y atacan. Incluso, muchos se la viven peleando por equipos de fútbol foráneos, ideas religiosas e ideas políticas. Hay quienes buscan cualquier pretexto para sacar a flote sus instintos violentos.

La tolerancia es un valor que puede y debe fomentarse en la familia, en la escuela, en la iglesia y en todo estamento social. La paciencia y la comprensión son valores que abonan a una sana convivencia. A las personas hay que aceptarla como son y si no estamos de acuerdo con su forma de ser, pues simplemente se les ignora y se les deja ser sin que eso afecte nuestra salud mental. Fomentemos la tolerancia. Es lindo vivir en paz y libertad. La violencia no debe tener cabida en nuestras vidas.