El miércoles por la tarde, Bukele señaló en Twitter que “por orden de Casa Presidencial” la Cancillería suspendió “toda reunión de coordinación” para preparar el acto de toma de posesión el 1 de junio, debido a sus críticas al Gobierno.
Una hora después, a las 6:56 p.m., el coordinador de juventud de Nuevas Ideas, Henry Flores, escribió: “Sería bueno hacer una toma de posesión con el pueblo”. Federico Ánliker, secretario de Nuevas Ideas, tuiteó: “Pueblo salvadoreño, tomen nota”. Bukele había advertido que sería la primera vez “que no habría acto de traspaso de mando”.
A las 9:58 p.m., la Presidencia de la República reaccionó en un comunicado distribuido en Twitter y dijo que la Dirección de Protocolo de Cancillería pidió a Bukele nombrar a sus delegados para el acto de traspaso y que los convocaron para el martes 2 de abril. En su respuesta, recriminó a Bukele la falta de una comisión de transición.
Luego, el jueves por la mañana, en un comunicado de prensa del equipo de Bukele, reiteró que Cancillería suspendió las reuniones “arbitariamente por orden directa de Sánchez Cerén” y que la Comisión de Traspaso aún no inicia gestiones para invitar a los gobiernos internacionales amigos con la debida anticipación. De acuerdo al artículo 71 de la Ley del Ceremonial Diplomático, el Ministerio de Relaciones Exteriores debe invitar por escrito para que los gobiernos nombren misiones especiales en la ceremonia.
Los actos de traspaso de mando usualmente se celebran en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco), pero ayer el presidente de la Asamblea, Norman Quijano, anunció casi una coincidencia en la junta directiva legislativa para que se realice en el Salón Azul de la Asamblea Legislativa.
El artículo 131 de la Constitución indica que “corresponde a la Asamblea Legislativa recibir la protesta constitucional y dar posesión de su cargo” al presidente y vicepresidente de la República.
