La primera dama verificó la colocación de aparatos en los niños. / DEM


Desde los ocho años de edad, Sandra Maribel Ávalos perdió la audición tras sufrir un fuerte dolor de oído. Su abuela no le prestó mucho cuidado, la pequeña se resignó a su suerte y con la ayuda de sus compañeros pudo estudiar hasta noveno grado.

Después de 30 años sin escuchar, su mala fortuna terminó ayer por la mañana, cuando voluntarios de la fundación estadounidense Starkey le colocaron un aparato auditivo.

“Mire, yo perdí mis oídos a los ocho años. A mí me agarraba dolor de oído, me agarraban calenturas, fiebres, pero mi abuelita le decía a mis papás y nada”, explicó Ávalos, quien estaba visiblemente emocionada por volver a escuchar nuevamente.

Con ojos llorosos y alegría plena, Ávalos aseguró que siempre quiso estudiar, que ese era su sueño, pero solo pudo cursar hasta noveno grado porque en el bachillerato se llevaban más materias y no contaba con apoyo de nadie.

“En la escuela prestaba los cuadernos porque no oía, así pude estudiar hasta noveno grado, yo copiaba los clases así”, explicó.

Al igual que Ávalos, Filamón Sánchez Jiménez, de 82 años de edad, también recuperó la audición después de más de 20 años sin oír bien, luego de una sinusitis que le afectó gravemente sus oídos.

Ambos salvadoreños fueron beneficiados por la fundación Starkey, que entre el 9 y el 10 de enero donó más de 1,100 aparatos auditivos a niños y adultos, un donativo que fue gestionado por la primera dama de la República, Gabriela de Bukele.

Ayer, la primera dama verificó la colocación de los aparatos en niños y aseguró que la discapacidad auditiva no debe ser un impedimento para nadie.

“Es un cambio de vida muy grande el que tienen las personas con estos aparatos, la discapacidad auditiva no debería ser un impedimento para que los niños y jóvenes sigan en la escuela y salgan adelante”, dijo.

Además, anunció que en junio próximo se lanzará el plan Nacional de Audición Universal con el apoyo de Fundación Starkey y señaló que el país será el primero de Centroamérica en ponerlo en marcha.

La entrega de aparatos es la segunda que realiza la fundación estadounidense en El Salvador, tras el donativo de 1,200 aparatos auditivos en octubre de 2019.