La investigación sobre la negociación inició en la administración de Luis Martínez, pero se archivó. / DEM


El expresidente de la República, Mauricio Funes, respondió a las acusaciones de la Fiscalía General de la República, que ayer le imputaron un nuevo caso de lavado de dinero, peculado y agrupaciones ilícitas, ligados a la presa El Chaparral.

Funes negó que el haya participado en las negociaciones y haber ordenado un “arreglo directo” para terminar el contrato. “Yo tuve conocimiento de la negociación de CEL y ASTALDI y de la cantidad que se le pagó por cancelación del contrato hasta después que CEL pagó la indemnización. Es ridículo asegurar que cobré un soborno si ni siquiera sabía de lo que había decidido y avalado la directiva de CEL”, escribió ayer desde su cuenta de red social Twitter.

Funes reside en Nicaragua, donde Daniel Ortega le dio un asilo político, desde septiembre del 2016.

El exmandatario también criticó que la fiscalía lo ligue a las empresas “offshore” de su financista, Miguel Menéndez “Mecafé”.

“Según la FGR, las offshore de Miguel Menéndez en Panamá fueron constituídas con el soborno que pagó ASTALDI. No me consta que eso haya sido así. Pero en todo caso, esas sociedades no son mías y tampoco formo parte de su directiva. La FGR me relaciona con ellas sin tener pruebas”, señaló.

Funes agregó que el gobierno del expresidente Antonio Saca, condenado a 10 años por corrupción, también pagó $18 millones a la italiana Astaldi y cuestinó el por qué la fiscalía no ha procesado a los funcionarios de CEL en la administración anterior a la suya.

El Juzgado Noveno de Paz hará hoy la audiencia inicial en contra del empresario Menéndez, único capturado del caso y de los acusados que presenten un abogado defensor durante la audiencia.

Este es el cuarto proceso penal que la fiscalía le acumula al expresidente.