El Departamento de Estudios Políticos (DEP) de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), consideró que durante los 10 años de gobierno del FMLN ha habido serias deficiencias en la implementación de políticas públicas, falta de visión estratégica e “inexistente rumbo del país”.

Así lo dice el informe “El Salvador. Año Político”, de junio de 2018 a mayo de 2019, divulgado este miércoles, en su capítulo sobre la eficacia de la administración pública. El informe señala que al final de la gestión de Salvador Sánchez Cerén, los programas sociales redujeron su cobertura, debido al “grave deterioro de las finanzas públicas y la ineficacia administrativa”, además de apostarle a programas asistencialistas en lugar de una política social basada en el empleo.

Aunque el estudio destaca esfuerzos por ordenar el marco legal de la política social, el DEP indica que el Gobierno no cumplió su promesa de ampliar a los 14 departamentos del país las sedes del proyecto Ciudad Mujer: el gobierno del expresidente Mauricio Funes habilitó seis sedes y “son las únicas que siguen funcionando”. Las usuarias han disminuido de 308,470 en el primer año a 231,561 en el quinto año, según información proporcionada por la Secretaría de Inclusión Social a Fusades.

El informe señala que el programa de Comunidades Solidarias “se encuentra deteriorado o en fase terminal, ya sea por una deficiente administración o por falta de recursos”. Cita que los participantes del bono de educación y salud rural disminuyeron de 86,032 a 60,451 durante el quinquenio de Sánchez Cerén. El DEP agrega que el Programa de Apoyo Temporal al Ingreso (PATI) no registra beneficiarios desde el cuarto año de gestión.



A ello, el informe de Fusades indica que la administración saliente no cumplió con la meta del programa “Jóvenes con todo”: de una meta original de 100,000 participantes del programa, hay un avance de 26,378; y de una meta de empleos de 20,000, solo hay 384 jóvenes con empleo formal, según Fusades, institución que cita datos obtenidos del Instituto Nacional de la Juventud (Injuve).

En este programa, los investigadores de Fusades señalan una desconexión con las demandas del mercado laboral y el sector privado, una deficiente planificación y gestión administrativa.

En el área de salud, Fusades sostuvo que no hubo respuesta efectiva al desabastecimiento de medicamentos en cinco años, que las obras hospitalarias prometidas no se completaron y que el proyecto de los Equipos Comunitarios (Ecos) está paralizado.

En educación, Fusades destaca la formación de más de 31,000 maestros con una inversón de $5.72 millones, pero resiente la insuficiente inversión en infraestructura y mobiliario, $92.95 millones, y el incumplimiento del programa “Un niño, una niña, una computadora” que, declara, se logró cubrir a razón de nueve estudiantes por computadora.