Las mujeres golpean ollas junto a un letrero que dice "La gente ayuda a la gente" para protestar por no recibir ayuda del gobierno en medio del bloqueo impuesto contra la propagación del nuevo coronavirus en una zona de bajos ingresos en la comuna de La Pintana, Santiago./AFP.


El gobierno chileno inició este viernes la entrega de 2,5 millones de cajas de víveres para las familias más vulnerables del país, en medio de protestas en comunas pobres por la falta de alimento y trabajo ante la crisis provocada por el coronavirus.

Este operativo con miras a apaciguar un reclamo que empezó el lunes con una protesta violenta, se hace el mismo día que el país siguió marcando récords preocupantes en la pandemia: 4.276 nuevos casos de contagiados y 41 fallecidos en las últimas 24 horas, para sumar 61.857 infectados y 630 muertos desde el 3 de marzo.

El presidente Sebastián Piñera despachó los primeros tres camiones para las comunas de Santiago, Estación Central y Quinta Normal –en la capital chilena- que llevarán cajas con 33 alimentos y artóculos de limpieza.

Los productos se entregarán a las familias más vulnerables y de clase media de todo el país, las cuales han perdido empleos durante esta crisis sanitaria que empezó en marzo, cuando Chile empezaba a recuperar sectores clave de su economía muy afectados durante el estallido social que sacudió a la nación desde el 18 de octubre pasado.

Esta campaña tendrá un costo de 100 millones de dólares y "significa un apoyo y alivio para millones y millones de familias chilenas que sin duda lo necesitan y con urgencia", dijo Piñera durante la presentación del operativo.

Algunas de las ayudas serán distribuidas por el ejército, lo que le ha valido al gobierno críticas de la oposición.

El Ejecutivo anunció el domingo la entrega de estas cajas en medio de la paralización de actividades económicas como construcción y comercio, pero no dio plazos de entrega.

Luego, apuró la distribución de las cajas tras la realización de dos protestas en las empobrecidas comunas de El Bosque y La Pintana –en el sur de Santiago-, cuyos vecinos, muchos dependientes de la economía informal, reclamaron falta de alimentos y empleos.

"Tenemos hambre", fue una de las frases que más se repitieron durante las manifestaciones, que se extendieron a otras comunas de la capital de siete millones de habitantes.

El gobierno ha comprometido bonos en dinero para las familias más vulnerables, pero los manifestantes afirman que son insuficientes.

La economía chilena presentó durante el primer trimestre un discreto 0,4% de crecimiento, pero ahora se vislumbra una recesión ante la incertidumbre sobre cuándo se logrará controlar el virus.