La anulación por la rapera estadounidense Nicki Minaj de un convierto previsto el 18 de julio en Arabia Saudita generó una ola de reacciones en las redes sociales de este reino ultraconservador, en las que sus seguidores expresaron su decepción y pidieron les fuera devuelto el importe de sus billetes.

Nicki Minaj anunció el martes que cancelaba su actuación en el festival Jeddah World Fest, que se celebra la próxima semana en Yedá (oeste), como gesto de apoyo a los derechos de las mujeres y la comunidad gay, así como a la libertad de expresión en este reino.

Este miércoles, numerosos seguidores sauditas expresaron su descontento. "Es muy triste, yo pensaba hacer un baile a lo Michael Jackson durante el concierto" escribió un 'fan' en Twitter.

Según los organizadores del Jeddah World Fest, miles de billetes fueron vendidos para el concierto de Nicki Minaj, que también incluía la actuación del músico pop británico Liam Payne y el DJ norteamericano Steve Aoki.

Minaj, conocida por sus letras profanas y sus videos musicales obscenos, era uno de los artistas principales de este festival. Su presencia suscitó una oleada de reacciones en las redes sociales de parte de los saudíes más conservadores.

"La anulación (...) es una buena noticia. Alabado sea Alá" reaccionó un internauta en Twitter.

Para justificarse, la rapera dijo que no quiere actuar en un lugar "donde las mujeres no tienen derechos", aunque precisó que no desea "faltar al respeto" al gobierno saudí.

Algunos medios sauditas, como el diario progubernamental Okaz, afirman que la anulación fue decidida por las autoridades ya que iba contra las "costumbres y valores" locales.

Interrogadas por la AFP, las autoridades dijeron que no deseaban comentar estas afirmaciones.

El festival de Yedá, en el que se prohíbe el alcohol y sigue un estricto código de conducta, se produce en medio del plan de modernización del príncipe heredero Mohammed bin Salman, que incluye la organización de eventos deportivos y otros conciertos así como la apertura de cines.

Sin embargo Amnistía Internacional describió el estado de los derechos humanos en Arabia Saudita como "terrible" y denunció una "amplia represión contra los críticos al gobierno".

En octubre, el periodista saudita Jamal Khashoggi, crítico con el poder, fue brutalmente asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul por un comando de agentes llegado de Riad.