En los últimos días, los noticieros internacionales abren sus emisiones con una guerra en el Cáucaso, esa región donde Europa del Este y Asia Occidental se unen, entre el Mar Negro y el Mar Caspio.

El escenario del conflicto es Nagorno-Karabaj, una franja de más de 4.400 kilómetros cuadrados situada entre las antiguas repúblicas soviéticas de Azerbaiyán y Armenia. Ambos países se enfrentan por el control del territorio y la autoproclamada república, reavivando así un conflicto enconado desde más de 30 años.

¿Cuando surgió el conflicto?


El origen del conflicto en Nagorno-Karabaj se remonta a la época del imperio ruso. Habitada por una mayoría étnica de armenios cristianos, siempre hubo tensiones con la minoría turca de fe islámica, pero tanto los zares como la Unión Soviética supieron mantenerlas a raya.

Con el colapso de la Unión Soviética (URSS) comenzó también el del frágil equilibrio étnico y religioso en el territorio. En 1988 la asamblea regional aprobó una resolución para que Nagorno-Karabaj se incorporara a Armenia, a pesar de que desde 1921 formaba parte de Azerbaiyán por decisión del Gobierno soviético.

El Parlamento de la todavía República Socialista de Armenia acogió de buen grado la iniciativa de Nagorno-Karabaj aprobando su adhesión desde la vecina Azerbaiyán, aunque nunca llegó a materializarse porque Moscú lo frenó.

En 1991, ya con la URSS desmembrada, Nagorno-Karabaj declaró su independencia propiciando una guerra entre las dos antiguas repúblicas soviéticas que se saldó con 30.000 víctimas y cientos de miles de refugiados.

Finalmente, Armenia se hizo con el control efectivo de Nagorno-Karabaj en 1993 y ocupó el 20 por ciento del territorio azerí que rodea a la región, siete distritos que considera una "franja de seguridad".

Alto al fuego


Rusia logró mediar un alto el fuego entre las partes que está vigente desde 1994 y se ha incumplido varias veces en estos años debido a las continuas tensiones en la Línea de Control, que sirve de frontera entre ambos países.

Al mismo tiempo que se firmó la tregua, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) creó el Grupo de Minsk, copresidido por Rusia, Francia y Estados Unidos e integrado por otros países, incluidas las partes en conflicto, para buscar una solución definitiva.

En las últimas décadas, el Grupo de Minsk ha propiciado varias rondas de contactos pero con escaso éxito. Armenia reivindica su dominio territorial y pide que los habitantes de Nagorno-Karabaj sean escuchados, mientras que Azerbaiyán reclama el fin de la ocupación, en línea con numerosas resoluciones de Naciones Unidas.

En 1992, en plena guerra, Nagorno-Karabaj celebró un referéndum por el cual se proclamó una república independiente, tanto de Armenia como de Azerbaiyán, si bien ningún país de la comunidad internacional la ha reconocido como tal.

Combates esporádicos


El último gran episodio de violencia en Nagorno-Karabaj tuvo lugar en 2016. Bakú -capital de Azerbaiyán- y Ereván (Armenia) se enfrentaron en una guerra de cuatro días que comenzó el 2 de abril con la muerte de un soldado armenio como detonante. Más de 300 personas murieron.

Las partes accedieron a silenciar las armas tras una serie de negociaciones en Moscú, pero los enfrentamientos han seguido de forma esporádica. El pasado mes de julio, hubo combates en la zona que separa la región azerí de Tovuz de la provincia armenia de Tavush, cerca de Georgia, a varios cientos de kilómetros de Nagorno-Karabaj.

El último incidente tuvo lugar a primera hora de la mañana de este 27 de septiembre por una ofensiva de la que ambas partes se han acusado y que ha causado varias bajas civiles y militares.

Amenaza para la región


Turquía, claramente posicionada con Azerbaiyán en este conflicto, ha aprovechado los recientes acontecimientos para señalar a "las provocadoras agresiones de Armenia" como "el mayor obstáculo para la paz y la estabilidad en el Cáucaso.

"Debido a que Azerbaiyán y las fuerzas militares de etnia armenia están posicionadas la una junto a la otra y apenas tienen comunicación, hay un alto riesgo de que una acción militar involuntaria derive en un conflicto", coincide el Council of Foreign Relations (CFR) en un reciente informe.

En este sentido, el 'think tank' explica que "las dos partes tienen intereses políticos domésticos que podrían llevar a sus respectivos líderes a lanzar un ataque", a lo que se suma que "Rusia ha prometido defender a Armenia, Turquía ha dado apoyo a Azerbaiyán e Irán, que tiene una gran minoría azerí, podría implicarse".

Por ello, "sin unos esfuerzos de mediación exitosos, las violaciones del alto el fuego y las renovadas tensiones amenazan con reactivar el conflicto militar entre los dos países y desestabilizar la región del Cáucaso sur", avisa el CFR.

Los combates


Al menos 16 militares de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj murieron este domingo como resultado de la escalada de las hostilidades entre Armenia y Azerbaiyán en esta región fronteriza situada en el sur del Cáucaso.

El presidente de Nagorno Karabaj, Araik Arutiunián, ha comunicado a través de su página de Facebook que "decenas" de militares han fallecido, o han resultado heridos. "Hay decenas de heridos entre la población civil, y también hay muertos", ha añadido.

Arutiunián ha comunicado que Azerbaiyán ha utilizado para su ofensiva "cazas turcos F-16", que habían llegado al país "hace un mes" con "el pretexto de participar en unas maniobras".

Si bien Arutiunián no ha precisado el número de militares muertos en un primer momento, el Ministerio de Defensa de Nagorno Karabaj ha comunicado posteriormente la identidad de los soldados fallecidos a la prensa armenia.

Horas antes de lo ocurrido, tanto las autoridades de Nagorno Karabaj como el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, decretaron la ley marcial y una movilización general.

"El régimen autoritario" del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, "ha retomado las hostilidades. Ha declarado la guerra al pueblo armenio", dijo Pashinyan.

Por su parte, Azerbaiyán informó este domingo de ataques del Ejército armenio contra sus instalaciones militares en la región, así como contra civiles, aunque no ha determinado el número de bajas y heridos todavía.

ONU pide cese de hostilidades


El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido este domingo el cese "inmediato" de las hostilidades en la región y el regreso "sin demora a las negociaciones".

Guterres ha condenado el uso de la fuerza y ha lamentando las recientes pérdidas humanas, ha comunicado su portavoz, Stephane Dujarric, quien ha avanzado que el secretario general hablará en las próximas horas "tanto con el presidente de Azerbaiyán como con el primer ministro de Armenia" para tratar lo ocurrido.

El secretario general ha reiterado "su pleno apoyo al importante papel del Grupo de Minsk" de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el foro internacional que desde 1992 trabaja en una situación pacífica para el conflicto de Nagorno Karabaj.