El exembajador Rubén Zamora define la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) como un rompimiento a la Constitución de la República y un golpe de Estado, ya que se ha perdido la división de los tres poderes del Estado como lo establece la Carta Magna salvadoreña.

 

¿Cuál es la lectura que hace de las acciones que realizaron diputados del bloque oficialista el 1 de mayo?

En primer lugar, hay que decir que la iniciativa de todo esto es Casa Presidencial, los textos los redactaron en Casa Presidencial, los del equipo jurídico de Casa Presidencial y se lo mandaron a la Asamblea. Ha sido como las más graves violaciones a la Constitución que se ha dado en el período del presidente Bukele; la Asamblea Legislativa no puede ejercer la facultad de destituir a magistrados de la Corte Suprema de Justicia porque el artículo 186 de la Constitución dice que podrá destituir a los magistrados pero inmediatamente dice siempre y cuando lo diga una ley, las causas. La facultad la tiene al principio, pero tiene que cumplirse el acto jurídico, que la Asamblea tenga una ley pero esa ley no existe.

Mientras eso no lo tengan los diputados, no pueden destituir a un funcionario de esa categoría, es nulo el acto porque no cumple con la condición que le establece la Constitución para ser válida.

La segunda: todo se produjo con una velocidad impresionante, en la que no se citó a los magistrados que querían destituir y no se les dio ningún espacio para dar su defensa y eso viola el artículo 11 de la Constitución, que es su derecho de audiencia, reconocido universalmente.

El tercero: si bien dos magistrados que se trasladaron de una Sala a la de lo Constitucional, los otros tres electos tienen que estar de acuerdo con lo que establece la Constitución; para poder elegir a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, debe de haber una lista de 30 abogados que tengan la capacidad, son 15 que nombran los abogados y otros 15 que nombra el Consejo de la Judicatura, solo de esa lista se puede elegir, no aparecen sus nombres en la lista, su nombramiento es nulo. Lo que hicieron al nombrar a su gente fue mucho a la carrera, fue una farsa, sumamente grave y una violación.
“Sí es un golpe de Estado pero lo más importante es que ir del paso del autoritarismo a la dictadura, porque el presidente ya demostró que domina la Asamblea, lo que quiso hacer el 9 de febrero y fue un fracaso”.

¿Por qué cree que destituir a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal fue su primera decisión?

Es triste pensar que su primer acto fue graves violaciones a la Constitución, ver a estos muchachos que los engañe la Casa Presidencial de esa manera porque la Constitución afirma que la Asamblea tiene la facultad de destituirlos y han escondido de qué manera se hará el procedimiento. Es muy grave que un órgano fundamental destituya a miembros de otro órgano fundamental y por eso debe haber procedimientos especiales en una ley.

 

¿Cómo se llama lo que pasó el 1 de mayo?

Se llama violación de la Constitución y en el proceso que vivimos en este año y medio del nuevo Gobierno, me parece que se ha ido profundizando en la actitud y la política autoritaria del presidente; lo que ha pasado en la Asamblea es el paso a una dictadura. Segundo, aquí todos sabemos que el presidente Bukele es el que ha mandado todos los papeles y hasta el nombre de quiénes van a ser electos. Es una cosa que nos vuelve al pasado porque el tiempo de la dominación de los militares era lo normal, el presidente de la República, que era el coronel, mandaba un papelito a la Asamblea que decía elija a estos para la Corte Suprema de Justicia y, como el PCN (Partido de Conciliación Nacional) al principio y PRUD (Partido Revolucionario de Unificación Democrática) siempre tuvo mayoría absoluta, tranquilamente lo hacían.

Cuando se ha levantado toda esta ola nacional e internacional, lo ha hecho la Asamblea formalmente pero la Asamblea está callada; es el presidente Bukele que asume la defensa del voto de la Asamblea Legislativa demostrando de nuevo que esta Asamblea está bajo su poder y esto sí rompe con la separación de poderes, fundamental en la democracia.

Sí es un golpe de Estado pero lo más importante es que ir del paso del autoritarismo a la dictadura, porque el presidente ya demostró que él domina la Asamblea Legislativa, lo que quiso hacer el 9 de febrero y que fue un fracaso para el presidente Bukele ahora ha sido un éxito y el primer día ha demostrado que tiene el control y ha intervenido ya al otro órgano de Estado, eso ya es un golpe de Estado. Que lo den militares o civiles, hay golpes de Estado militares y hay golpes de Estado civiles.



¿Cómo se caracteriza este golpe de Estado?

El golpe de Estado se define porque es la ruptura del orden legal del país, va sistemáticamente. Lo que sucede es que antes eran muy claros los golpes de Estado porque los daban los militares, ganaba un golpe de Estado cuando todos los militares estaban de acuerdo con el nuevo presidente, el primer decreto que hacían siempre era decretar nula la Constitución porque ellos asumían los otros poderes: el Ejecutivo y el Judicial, la Corte, siempre la llevaban bajo control militar. Un golpe de Estado se caracteriza en que se pierde la división en los tres órganos fundamentales como lo que está establecido en la Constitución.

 

¿Se puede hablar de un golpe de Estado suave?

El golpe de Estado no necesariamente es un acto de un día en que los militares cogen al presidente y lo envían a otro país, está lista una junta y declaran nula la Constitución para gobernar de acuerdo a su ley. Eso es lo que ha pasado en la historia. Pero la otra es que se hace a través de un proceso en el cual tanto Mussolini como Hitler iban ganando cada vez más el poder y eso es lo que ahora caracteriza a los golpes de Estado o los destructores de la democracia modernos. El caso de Nicaragua es gravísimo, cómo Daniel Ortega se va tras perder las elecciones, lo hicieron aceptar que había perdido, pero regresa, ganó las elecciones y, no inmediatamente pero después, empezó a romper a la Asamblea Legislativa, a hacerla un instrumento del Ejecutivo. Eso es lo que ha hecho Bukele desde el 1 de mayo.
“Estados Unidos no va a mandar tropas para El Salvador, pero simplemente lo que significa es que dentro del Congreso habrá cada vez más una actitud de que hay que pegarle a El Salvador, hay que reducirle las cosas”.

 

¿No es una crisis institucional normal?

Eso de crisis normal es un juego de palabras. ¿Por qué si es una crisis es normal? ¿O se vive eternamente en crisis y por eso es normal? No. Pero, cuando la crisis llega al Gobierno, empieza a destruir sistemáticamente la armazón de la democracia, que se convierte ya en un golpe de Estado. Hay ya en Polonia, en Hungría, en Inglaterra, son gobernantes autoritarios y se usa la distinción entre un gobierno autoritario y uno dictatorial porque el dictatorial es mucho más sistemático en su destrucción de la democracia y del aparato democrático. Lo que menos hay en Nicaragua es democracia. La segunda vez que llegó Daniel Ortega al Gobierno empezó mostrando autoritarismo y ahora con todas las leyes que ha metido estableció el control de la Asamblea. La diferencia fundamental entre autoritarismo y dictadura está en que se rompe la independencia de los tres poderes y que el poder Ejecutivo sea el que controla esos poderes. No es que no haya Asamblea. En Nicaragua hay Asamblea, pero esa Asamblea quien la controla es el presidente de la República.

 

¿Y en El Salvador?

Es igual en El Salvador ahorita. Por eso es que la comunidad internacional se ha asustado y está cayendo por todos lados.

 

¿Cuál es la diferencia entre lo que pasó en 2012 (cuando la Asamblea dirigida por Sigfrido Reyes eligió otros magistrados) y el 1 de mayo de 2020?

Lo que pasó con el FMLN es que se negó a cumplir una resolución de la CSJ pero eso se resolvió, Funes retrocedió y dijo “Arreglemos esto” a partir de tres cuatro principios que puso; el primero era aceptar las resoluciones de la Sala de lo Constitucional. Eso así se resolvió. El 9 de febrero fue una crisis, no fue golpe de Estado porque el presidente llegó con la Policía y los militares y se tomó la Asamblea Legislativa. Pero, Dios le dijo que mejor ya no y mejor se fue para su casa. Ahí fue un golpe de Estado frustrado.



 

Tras lo sucedido, ¿habrá consecuencias en las relaciones diplomáticas de El Salvador?

Ya empezaron y no solo a nivel diplomático. Al día siguiente de lo que hizo la Asamblea, los bonos, el peso que tiene nuestro dinero en el comercio internacional y financiero, se fueron para abajo, ahí perdemos porque si deben venderse, Wall Street nos está diciendo que eso no vale nada. Eso ha llevado también un enfrentamiento con los Estados Unidos y con la Unión Europea. Eso significa pues, por un lado, que se va a reducir o hay posibilidad que se reduzca la cooperación.

Lo otro es algo que no se publica: a mí me están informando de funcionarios del país que está saliendo más dinero fuera del país del dinero que entra; quiere decir que hay fuga de capitales por la inestabilidad. ¿Qué hacen los empresarios? Si iban a invertir ya no invierten, lo que tienen aquí se lo llevan, eso quiere decir que los bancos pierden su capacidad de prestar dinero. O sea pues: hoy tenemos una crisis fiscal pero el comportamiento del presidente Bukele y su gobierno, en términos de relaciones internacionales, está poniendo fuego a la crisis económica.

Se conoció que esto que ha pasado en El Salvador los lleva incluso a revisar con mayor detalle la lista Engels, pero no solo el hecho de quitar las visas, sino que se autoriza al Ejecutivo a congelar los bienes que tenga en el Gobierno norteamericano y las islas del Caribe, donde hay sociedades que tienen miles de millones donde no pagan impuestos.



¿Cómo se toman los personajes importantes y congresistas el hecho de que diputados oficialistas digan que no les importa que retiren las visas?

Pues, Estados Unidos no va a mandar tropas para El Salvador. Pero simplemente lo que significa es que dentro del Congreso, habrá cada vez más una actitud de: hay que pegarle a El Salvador, hay que reducirle las cosas a El Salvador, al Gobierno de El Salvador. Van a empezar a poner a gente de El Salvador, a gente del Gobierno, en la lista Engels y que pierdan la visa, pudiera ser que empiecen con la congelación de fondos de todos los que salen en la lista, sean salvadoreños, hondureños o guatemaltecos. En diplomacia, cuando un país está en desacuerdo con otro, normalmente dicen ‘bueno, lo vamos a platicar’. Pero, cuando ya la cosa empieza a ser fea, lo primero que hacen es decir públicamente ‘vemos con preocupación lo que está ocurriendo en El Salvador en la institucionalidad democrática’. Ese es el primer paso. Pero ya eso pasó: viene el segundo paso, que es lo que dijo Kamala Harris, expresar que el Gobierno está profundamente preocupado. Esto, en el mensaje diplomático, significa “Esto ya es demasiado”. Luego, viene la fase de las sanciones que un país como Estados Unidos le puede establecer a El Salvador. Nuestra relación con Estados Unidos es una de las económicamente más fuertes, comercialmente, hay millones de salvadoreños en Estados Unidos. Tenemos demasiados vínculos con Estados Unidos, tanto económicos, como políticos y sociales, como la migración. Por eso hay que tener mucho cuidado con las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y aquí se están improvisando casi con el hígado. Eso es lo peor que puede hacer un diplomático.

 

El perfil


Rubén Zamora, exembajador de el salvador en EEUU

Abogado, fue embajador en Washington y ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Vida política: Fundador del Frente Democrático Revolucionario (FDR) y de Convergencia Democrática. Fue candidato presidencial en 1994. Fue miembro del gabinete de gobierno luego del golpe de Estado de 1979 contra Carlos Humberto Romero.

 

3 datos que debes conocer


 

  1. Qué pasó el 1 de mayo


La Asamblea Legislativa destituyó a la Sala de lo Constitucional completa y nombró a nuevos magistrados.

 

  1. Qué dice la Constitución


La Asamblea Legislativa puede destituir a un magistrado por causas específicas y según lo establezca la ley.

 

  1. Sentencia de la Sala


La Sala declaró inconstitucional su destitución. Cuatro magistrados renunciaron pero reiteran su legitimidad.