Daños en el Templo de La Merced, en San Salvador por el terremoto del 19 de marzo de 1873. Fotografía de Armand Harcq, de Bélgica, conservadas ahora en el Archivo General de la Nación.


 

Hace 146 años el territorio salvadoreño fue sacudido por un fuerte terremoto de 7.3 grados que causó severos daños en San Salvador y que también fue sentido en Honduras y Guatemala. El movimiento telúrico ocurrió a las 2:10 de la madrugada del 19 de marzo de 1873 y tuvo su epicentro en Santiago Texacuangos.

 



El historiador salvadoreño Carlos Cañas Diñarte rememora que ese terremoto no causó mucha mortandad debido a que diez minutos antes se había registrado otro sismo que hizo salir a las personas de sus casas. En su cuenta de Twitter comparte una imagen de la destrucción que dejó el movimiento telúrico en la plaza Central, hoy llamada Plaza Barrios, y en el Convento Santo Domingo, donde actualmente está Catedral Metropolitana, captada por el fotógrafo belga Armand Harcq.

 



Cañas Dinarte recuerda algunos datos de ese fatal día y también comparte varias imágenes de los efectos del terremoto que fue denominado “El gran terremoto de San José”, debido a que ese 19 de marzo era el día de San José, uno de los patronos de la Compañía de Jesús.

La población atribuyó ese terremoto a un “castigo divino” debido a que nueve meses antes, en junio de 1872, el gobierno liberal de ese entonces, encabezado por el presidente y mariscal de campo Santiago González Portillo, ordenó la expulsión de los jesuitas de El Salvador, señala el historiador.

 



 



El sismo de 1873 causó severos daños en varias edificaciones públicas y privadas de la ciudad de San Salvador, las cuales estaban hechas de adobe o madera. Entre las infraestructuras más dañadas destaca la primera Catedral de San Salvador, uno de los lugares en los que también se centró la atención de la prensa internacional en aquel entonces.

 



 



El templo San Francisco, primera sede de los tres poderes del Estado y donde ahora está ubicado el mercado ExCuartel, fue otro de los edificios destruido por el terremoto.

 



También el templo Santo Domingo, que fue la primera sede permanente de la UES, señala Cañas Diñarte en su Twitter.

 



En otra imagen muestra la destrucción de la Legación de Estados Unidos en San Salvador, la cual hasta 1942 fue ascendida al rango de embajada.