El presidente José Napoleón Duarte (derecha), al momento de ser investido como presidente de la República en 1984, por la entonces presidenta de la Asamblea Legislativa, María Julia Castillo.


 

El 23 de febrero de 1990, El Salvador se enteraba del fallecimiento de José Napoleón Duarte Fuentes, uno de los personajes que estuvieron en la vida política salvadoreña por casi tres décadas y que fue especial protagonista en la tumultuosa década de los 80, en plena guerra civil.

Duarte, se había graduado como bachiller en el Liceo Salvadoreño y se graduó de ingeniero civil en la Universidad de Notre Dame en Estados Unidos, fue uno de los fundadores del Partido Demócrata Cristiano, opositor a los regímenes militares. Su primer cargo público fue como alcalde de San Salvador en 1964, cargo que ocupó hasta 1970. Dos años más tarde sería el candidato presidencial de la Unión Nacional Opositora, una elección que declaró victorioso al coronel Arturo Armando Molina del Partido de Conciliación Nacional (PCN) y que Duarte señaló como fraudulentas. Meses después se tendría que exiliar en Venezuela tras participar en una conspiración política contra el aún presidente Fidel Sánchez Hernández y sufrir prisión y tortura.

Duarte volvería al país en 1979 tras el derrocamiento del General Carlos Humberto Romero y formó parte de la Junta de Gobierno entre 1980 y 1982. Luego sería el candidato presidencial por el PDC en 1984 y tras derrotar en segunda vuelta al mayor Roberto d'Abuisson Arrieta, de ARENA, fue investido presidente el 1 de junio de ese año. Entregó el poder al arenero Alfredo Cristiani cinco años más tarde.

En junio de 1988, a sus 62 años, su vicepresidente, Rodolfo Castillo Claramount, revelaba que el presidente Duarte padecía de un cáncer muy avanzado que le afectaba el estómago y el hígado y fue trasladado a Washington para ser sometido a tratamiento en el hospital militar Walter Reed. El país vería entonces un progresivo deterioro físico de Duarte, al extremo que muchos creyeron que no lograría terminar su mandato. Pero lo logró.

El expresidente falleció en su casa en San Benito al mediodía de un viernes 23 de febrero de 1990.

Diario El Mundo informaba en su edición vespertina del 23 de febrero de 1990 sobre el fallecimiento del expresidente Duarte.


Duarte enfrentó los peores años de la guerra civil, incluyendo masacres del ejército, secuestros y una ola de violencia incontenible. Además desarrolló un permanente enfrentamiento con la empresa privada ya que mantuvo el control cambiario y continuó las políticas de la Junta de Gobierno relacionadas a la nacionalización de la banca y la reforma agraria.

En 1985, sufrió el secuestro de su hija Inés, por parte de la guerrilla del FMLN, por lo que se vio obligado a ceder la liberación de guerrilleros presos a cambio de su devolución.

Duarte estuvo casado con doña Inés Durán de Duarte -fallecida en 2011- con quien procreó seis hijos: Inés Guadalupe, José Napoleón, José Alejandro, María Elena, María Eugenia y Ana Lorena.

José Napoleón Duarte Durán fue el ministro de Turismo en la década pasada y José Alejandro fue alcalde de San Salvador entre 1982 y 1985.

El vicepresidente estadounidense, Dan Quayle, los entonces presidentes de Costa Rica y Guatemala, Óscar Arias y Vinicio Cerezo, estuvieron presentes en el funeral. Así como el expresidente hondureño José Azcona Hoyo.

El presidente de EEUU, George Bush y el presidente del gobierno español, Felipe González, entre otros, lamentaron el fallecimiento de Duarte.

La portada de Diario El Mundo del 24 de febrero de 1990.