Albert Einstein, el genio científico y filosófico del Siglo XX decía que “locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes”. La frase es apropiada para iniciar este nuevo año, tomando en cuenta la compleja realidad política, social, económica y de seguridad que sufrimos en El Salvador.

Durante décadas llevamos repitiendo los mismos errores en El Salvador y el ciclo de problemas continúa sin resolverse o sin aliviarse al menos. El resultado es de sobra conocido. La economía en crisis, el endeudamiento cada vez mayor, la polarización política cada vez más grave, esa lucha no por una convivencia en armonía sino por acabarse los unos a los otros es interminable, destructiva, las ansias de poder y dominación intentando acabar con el adversario.

Otra vez estamos un ciclo electoral intenso que ya asoma por la elevada confrontación política y la escasez de debate y propuestas.

La situación económica es desesperante, seguimos a la zaga en la región y los discursos políticos de “cambio de modelo”, nuevos impuestos o de ataques retóricos a los empresarios, no van a contribuir en absoluto a mejorar la vida nacional. No podemos resolver la situación del país con los mismos métodos, es una locura. Se necesita armonía, entendimiento, consensos mínimos para encontrar el rumbo correcto.

El Salvador necesita un cambio de actitud y recordando una vez más a Einstein, el genio decía que “hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Es hora de mostrar la nuestra.