Once elefantes salvajes murieron después de caer por una cascada en un parque nacional del noreste de Tailandia, según un nuevo balance proporcionado el miércoles por el ministro de Medioambiente tailandés.

Seis cadáveres habían sido hallados este fin de semana en el fondo de la cascada de Haew Narok ("El abismo del infierno"), alto lugar turístico situado en el parque nacional de Khao Yai.

Imágenes grabadas posteriormente por un dron revelaron la presencia en el mismo barranco de otros cinco cuerpos.

Dos paquidermos, que aparentemente habrían intentado socorrer a uno de los que cayeron, pudieron ser rescatados.

Los elefantes suelen desplazarse en grupo. "Cuando los más jóvenes caen, es totalmente natural que los mayores intenten acudir en su ayuda", destacó el ministro de Medioambiente, Varawut Silpa-archa.

Según él, los animales pudieron aventurarse en esta zona peligrosa para evitar el contacto con el ser humano. Durante las últimas décadas la deforestación privó a los paquidermos de su hábitat natural.

Tailandia sufrió este año sequías y los elefantes quizás buscaban más puntos de agua.

Para impedir que otros animales se aproximen a la cascada, el personal del parque nacional implantó barreras y creará fuentes de aprovisionamiento de agua y comida adicionales.

Los elefantes son el animal nacional de Tailandia. Unos 2.700 aún viven en la naturaleza en algunas partes del reino, frente a más de 100.000 en 1850.