Desde el presidente de los Estados Unidos hasta varios alcaldes de municipios grandes y pequeños de El Salvador han hecho el ridículo con anuncios antojadizos en tiempos de pandemia, sin tomar en cuenta las recomendaciones de los médicos o de los científicos.

El colmo es que el mandatario norteamericano hasta recomendó una inyección de desinfectante. Aquí en El Salvador están gastándose miles de dólares en túneles desinfectantes que los médicos infectólogos advierten que no son efectivos y se toman medidas que suponen resolverán algo pero que tampoco tienen fundamento científico.

En países donde se está ganando la batalla del coronavirus como Alemania, Taiwán o Corea del Sur, a ningún político responsable se le ocurre tomar medidas antojadizas sin escuchar a los especialistas. De haber sido así, no tendrían los buenos resultados que están teniendo.

Italia, por ejemplo, está analizando su reapertura gradual de la economía, con un grupo de expertos en todos los sectores para elaborar un programa para el desconfinamiento que tenga en cuenta todos los detalles y cruce de todos los datos. Esto es un asunto serio y cobra vidas, no se puede actuar por impulsividad, suposiciones o corazonadas y mucho menos con mala fe de perjudicar a otros.