Fotografía: Agencia AFP


Helicópteros rociaron este jueves líquido desinfectante varias zonas de Palu, la ciudad indonesia arrasada por un terremoto seguido de un tsunami, donde miles de cadáveres quedaron enterrados.

Un seísmo de magnitud 7,5 seguido de un tsunami destruyó el 28 de septiembre barrios enteros de esta ciudad de la isla de Célebes.

Las autoridades indonesias recuperaron más de 2.100 cuerpos tras la doble catástrofe.

Pero temen que hasta 5.000 víctimas hayan desaparecido bajo los escombros de los barrios de Balaroa, Petobo y Jono Oge que se hundieron en la tierra cuando las sacudidas telúricas transformaron el suelo en arenas movedizas, un proceso conocido como licuefacción.

La agencia que gestiona los desastres anunció que roció desinfectante en la zona este jueves para evitar que insectos y ratas propaguen enfermedades.

"El gran número de víctimas que creemos que están enterradas bajo los escombros nos llevó a tomar estas medidas preventivas", explicó el portavoz de la agencia Sutopo Purwo Nugroho en un comunicado.

Las comunidades locales deben decidir todavía del futuro de estas zonas, que podrían convertirse en parques o memoriales destinados a rendir homenaje a los miles de desaparecidos.