“Los valores son como leyes internas inculcados en una sociedad para que sus miembros se comporten en una forma no destructiva hacia la misma sociedad. Si acaso existen valores inadecuados, estos deben ser cambiados para que la sociedad funcione armoniosamente”. Esta frase, contenida en un estudio sobre valores cívicos para El Salvador auspiciado por una entidad internacional, me sirvió para dar inicio al discurso que pronuncié hace varios años en la celebración del 25º aniversario de la fundación de ASIMEI (Asociación Salvadoreña de Ingenieros Mecánicos Electricistas e Industriales; desafortunadamente lo anterior es una tarea pendiente en nuestro país.

Ciertamente nos encontramos en una encrucijada histórica, pues enfrectamos el reto de la pandemia COVID 19 y el rechazo a los grupos políticos que desataron la guerra civil, firmaron la paz y han dirigido sin honestidad y capacidad nuestros gobiernos desde entonces. Ante todo debemos considerar que los funcionarios son servidores de la nación pagados por nuestros impuestos, que deben trabajar por la armonía y el bien común del país que los elige.

La Honestidad y Capacidad son principios que se nos enseñan desde la escuela primaria para volvernos capaces y ser disciplinados y honestos a la hora de los exámenes, cuando llegan las calificaciones la clase acepta que los más aplicados reciban las mejores calificaciones.

En todo proyecto legítimo se exige a las empresas e individuos que cumplan con esos requisitos, y los que los acatan reciben los mejores ingresos y estabilidad; algo similar es lo que siempre ha faltado al sector político de El Salvador. Por estar relacionado con los sectores industrial, de energía y de comunicaciones he podido comprobar que varias empresas, pero sobre todo las de mayor prestigio han optimizado en esta época de crisis profunda sus procedimientos operativos y administrativos, protegiendo adecuadamente a su personal.

Esto es sumamente importante para mejorar nuestra capacidad exportadora a los EEUU pues nuestra cercanía a ese país y sus tensiones con China nos da una gran ventaja. Hemos podido notar a su vez en el Sector Académico y Gremial importantes impulsos hacia nuevas tecnología y procedimientos. Lo anterior demuestra que es posible hacer un esfuerzo hacia la Honestidad y Capacidad.

Es mucho lo que hay por hacer en El Salvador para resolver la crisis agudizada por la presente pandemia; necesitamos acometer con eficacia temas como la salud y educación, el uso eficiente del agua, la energía, la descontaminación, la educación, y la dinamización del agro lo cual creará trabajos que influirán en la disminución de la violencia y en las emigraciones forzadas.

Un factor sumamente importante a considerar es que la administración Biden, que reemplazó a la administración incompetente y corrupta de Trump está integrada por gente honesta y capaz que sabrá manejar los innumerables problemas heredados y ha iniciado un programa especial de ayuda económica y combate a la corrupción en el triángulo norte de Centroamérica, con El Salvador como eje, para combatir desde la raíz la causa de las emigraciones. Además eso abrirá espacios para políticos honestos y competentes que han sido bloqueados por la mafia política tradicional de nuestros países.

A pesar de la inadecuada situación que siempre ha vivido, el país ha hecho algunos avances hacia el ejercicio de la democracia mediante elecciones en las que se han respetado los resultados, algunos de ellos estrechos. Falta todavía avanzar en una participación más nutrida del electorado, pero los votantes debemos hacerlo por candidatos con comprobados antecedente de Honestidad y Capacidad, esta es una legítima demanda pues tal como lo dijimos al principio los funcionarios son pagados por nuestros impuestos y deben trabajar eficazmente por el Bien Común y la Armonía, sus acciones, o falta de acción tienen influencia directa sobre el estado de la nación.