Actividad de la tormenta en Man-O-War Cay, Islas Abaco, Bahamas. AFP


El poderoso huracán Dorian azotó las Bahamas el domingo con vientos cercanos a los 300 km/h, anunció el Centro Nacional de Huracanes (NHC) citando "condiciones catastróficas" en el noroeste del archipiélago.

Según el NHC, el huracán de categoría 5 tocó tierra en Elbow Cay, que es parte de las islas Ábaco en las Bahamas, a las 16H40 GMT.





Poco antes, el centro informó que Dorian se había convertido en el "huracán más violento de la historia moderna en el noroeste de Bahamas". Su director, Ken Graham, aseguró que se trata de "una situación extremadamente peligrosa".

Los vientos de Dorian alcanzan ahora los 295 km/h y el CNH advirtió de la "destrucción extrema en las áreas afectadas".



Hubert Minnis, primer ministro de este archipiélago de unos 700 islotes ubicados entre Florida, Cuba y Haití, pidió a la población que se refugie lo más rápidamente posible.

"La gente todavía está traumatizada por el huracán Matthew (en 2016), pero este es aún peor", dijo a AFP Yasmin Rigby, residente de Freeport, principal ciudad de la isla.

"Los vientos comienzan a crecer un poco", dijo Lucy Worboys, residente de la capital, Nassau, y agregó que la población está preocupada por el aumento del agua porque "todo es muy plano en las Bahamas".

Desde la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pedido la máxima vigilancia contra este huracán "muy, muy poderoso".

 

- Muy difícil de predecir -

Después de las Bahamas, se espera que el huracán se acerque a la costa este de Florida el lunes por la noche y el martes, pero es difícil predecir con qué intensidad golpeará a ese estado tras su cambio de trayectoria.

"Se está moviendo y es muy difícil de predecir", había dicho el presidente Donald Trump en un tuit el sábado.

"Inicialmente tenía que golpear directamente a Florida", pero ahora parecía dirigirse a Georgia y Carolina del Sur, dijo, y agregó que el camino de Dorian podría cambiar nuevamente. Trump anuló el viaje que debía efectuar a Polonia este fin de semana.

El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, declaró emergencia en el estado. "La fuerza y la imprevisibilidad de la tormenta nos obliga a estar preparados ante todos los escenarios", señaló.

El estado de emergencia ya se había declarado en Florida y en una docena de condados en el estado de Georgia. Esta medida permite movilizar mejor los servicios públicos del Estado y recurrir si es necesario a la ayuda federal.

Una evacuación obligatoria se ordenó por las regiones costeras de Palm Beach y el condado de Martin, en Florida.

Aunque Miami probablemente se salvó de la tormenta, sus residentes se mantenían cautelosos y las autoridades continuaron distribuyendo sacos de arena para combatir las inundaciones en la ciudad.

El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, instó a la gente a "mantenerse alerta".