Bulevar del Ejército: La principal vía que une grandes ciudadades cómo Soyapango, Ilopango y San Martín con San Salvador mostraba un inusual tráfico vehícular ausente. / Óscar Machón


El día uno de la cuarentena domiciliar obligatoria ante amenaza del mortal COVID-19, decretada por el presidente Nayib Bukele, dejó imágenes inéditas, en calles y carreteras ausentes de vehículos, almacenes cerrados, cafeterías, restaurantes pequeños negocios clausurados, largas filas de personas queriendo entrar a supermercados a realizar sus compras, gente en el mercado abasteciéndose de lo más básico, fue lo que marcó el primer día de esta emergencia sanitaria.

Agentes de la PNC tomaron el control de los accesos a los mercados para controlar el flujo de personas./ Óscar Machón


La ciudad sitiada por la Policía y la Fuerza Armada, con cortaflujos en la mayoría de entradas a los principales mercados municipales, para controlar la afluenciade personas y evitar aglomeraciones.

Farmacias atendiendo clientes y con rótulos en su entrada con “ya no hay alcohol gel ni mascarillas”, vendedores ofreciendo mascarillas manufacturadas por ellos mismos a $1, las tortillerías con bastante demanda y la policía apurando a los vendedores a cerrar sus puestos, las plazas vacías.

 

La 49 Avenida Sur o Bulevar Luis Poma, totalmente desolada. / Óscar Machón


 

Aspecto la tarde del domingo del Paseo General Escalón.


 

Una farmacia ubicada en la 7a. avenida norte en y 4a. calle oriente permanecía abierta atendiendo a su clientela. / Ó. Machón


 

La Alameda Roosevelt en la zona del Salvador del Mundo parecía un desierto ante la cuarentena decretada el sábado por la noche. / Óscar Machón


 

Personas hacen fila para ingresar a comprar a un supermercado ubicado en el Centro Histórico de San Salvador. / Óscar Machón


 

Una tortillería ubicada en la Avenida 29 de agosto, en las afueras del Mercado Central en San Salvador, permanecía concurrida de personas. / Óscar Machón


 

Una señora protegida con su tapabocas camina sobre la Calle Delgado en San Salvador, donde todos los negocios de la popular zona estaban cerrados. / Óscar Machón