Según la fiscalía, la causa de los homicidios fueron violaciones a las reglas de la pandilla. / DEM


Por el homicidio de tres reos en el penal de Quezaltepeque, el Juzgado Especializado de Sentencia “A” de San Salvador condenó ayer a 30 años de prisión a 22 miembros de la pandilla barrio 18, que participaron en los hechos.

En el juicio la Fiscalía General de la República le probó al juez que el 2 de marzo del año 2019, los imputados asesinaron a Jonathan Martínez Amaya, en el módulo “C”, de la celda seis de ese reclusorio.

Mientras que a José Ricardo García lo mataron en el módulo “B”, de la celda cuatro y a José Joel Méndez Jovel, en el módulo “B”, celda dos.

En ese hecho también fue asesinado en el módulo “C” celda seis, Adrián Armando Meléndez, pero los 12 acusados por ese crimen fueron absueltos porque el testigo dijo que ya no estaba interesado en declarar.

A tres de los pandilleros los asesinaron por violar las reglas de esa estructura, ellos creían que eran homosexuales, mientras que otro fue asesinado ya que estaba preso por el delito de violación, una acción que dentro del barrio18 no es permitida.

En cuanto al testigo que no quiso testificar, el juez del caso manifestó que certificará el comportamiento, ya que al inició sí declaró, pero en la vista público se negó y habría incurrido en falso testimonio. Al mismo tiempo sostuvo que la Fiscalía debe tener más cuidado cuando redacta las acusaciones, porque en el expediente se exponen los nombres de testigos.