Los bomberos y los servicios de emergencia de Los Ángeles tratan de contener un incendio que se declaró el viernes por la tarde al norte de esta ciudad californiana y que ha arrasado ya más de 2.000 hectáreas.

Este fuego, que los bomberos han denominado incendio La Tuna, se ha extendido por las montañas Verdugo, una zona natural a unos 30 kilómetros del centro de Los Ángeles y muy próxima a las ciudades de Burbank y Glendale.

Según los bomberos, el incendio está controlado sólo al 10% y se ha visto favorecido por las altas temperaturas de estos días en el sur de California, que en muchos casos superaron los 35 grados centígrados.

“Este es, por superficie, quizá el incendio más grande que hemos experimentado en Los Ángeles”, dijo ayer el alcalde de la ciudad, Eric Garcetti, en una declaración ante los medios de comunicación.

Las autoridades afirmaron que por ahora no hay víctimas mortales ni heridos como consecuencia del incendio, que ha destruido tres edificios.

Más de 700 viviendas pertenecientes a Burbank, Glendale y Los Ángeles fueron evacuadas por el peligro de las llamas.

“Es un fuego muy dinámico”, señaló el jefe del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Ralph Terrazas.

Los servicios de emergencia indicaron además que el viento cambiante en la zona está entorpeciendo las labores de extinción de las llamas.

Las televisoras locales han mostrado a lo largo del día imágenes del fuego avanzando por zonas escarpadas de matorrales y monte bajo.

 

Otras amenazas

En el estado Washington varios incendios cubrían una superficie cercana a las 6.000 hectáreas y causaron la evacuación de unos 4.000 habitantes.

Las previsiones meteorológicas anticipan altas temperaturas en el estado durante los siguientes siete días, lo cual podría complicar el despliegue de bomberos.

Otros dos incendios forestales masivos provocaron evacuaciones en Oregon, más de 20 incendios afectaban Montana, donde se registraban altas temperaturas, vientos y poca humedad.