El Salvador se encuentra en proceso de reapertura económica con el temor de una escalada de casos que haga retroceder a los sectores ya reactivados, una situación que no deja de preocupar a la industria de plásticos que contempla un panorama incierto para su regreso a la nueva normalidad.

La recuperación para todos los sectores será “muy complicada”, asegura Ricardo Morán, presidente de la Asociación Salvadoreña de la Industria del Plástico (Asiplastic), quien considera que al menos solo para la industria que representa es “difícil de vaticinar en cuánto tiempo se logrará volver a la normalidad”.
Por nuestra parte, como sector nos enfrentaremos a un decrecimiento imposible de cuantificar. Sin embargo, nuestras empresas están a la búsqueda de mercados tradicionales en el país y esperan la reactivación de la economía en el resto de países para recuperar los mercados de exportación por el cierre temporal. Los indicadores del país no muestran ninguna recuperación, lo cual debe preocuparnos”, afirma el líder gremial.

 

Primer impacto

Cuando se decretó en marzo pasado la cuarentena domiciliar obligatoria, el sector de plástico logró mantener parte de sus operaciones dada su vinculación con la cadena de alimentos que demanda productos como contenedores, recipientes, envases (para algo gel, por ejemplo), botellas para agua y bebidas y artículos de higiene.

Morán asegura que mantener las actividades permitió que la industria “no se haya visto en la necesidad de despedir personal”, pero advierte que entre el 3 % y 5 % de las fábricas tuvo que suspender contratos por los cierres contemplados en los decretos ejecutivos de cuarentena.

Esta industria es una de las más fuertes en la economía salvadoreña con una generación en cerca de 10,000 empleos y es también uno de los sectores con mayor participación en las exportaciones de manufactura con un aporte de $210 millones a julio pasado en los envíos de productos de caucho y de plásticos, según los datos del Banco Central de Reserva (BCR).



Las exportaciones a julio muestran una reducción de $10.7 millones frente al valor registrado en el mismo período de 2019 cuando el rubro logró enviar al mercado exterior mercancías por un valor de $221.63 millones, una caída de -4.8 %.

La gremial registra que la industria de plástico es la mayor exportadora a la región centroamericana, principal destino para los productos elaborados en El Salvador, pero debido a la pandemia el flujo comercial se ha caído un -30 % por el cierre de las demás economías. Los productos más afectados de este bajo dinamismo son las botellas, bolsas, desechables, escobas, envases, así como vajillas, muebles y empaques de alimentos.

 

Reducción de trabajadores

La Asiplastic reporta que las empresas que mantuvieron sus operaciones durante la cuarentena tuvieron que reducir al 60 % la cantidad de trabajadores en las plantas para minimizar la exposición y se implementó el teletrabajo como opción para las actividades administrativas.

El presidente de la gremial asegura que la industria no “ha escatimado ningún esfuerzo económico para poder preservar la salud, lo cual ha dado resultado positivo puesto que muy pocas empresas han presentados casos de proliferación critica del virus”.

Entre las medidas adoptadas por las empresas de esta industria está la instalación de túneles de desinfección, mamparas en la zona de alimentación y las compañías también han contratado transporte particular para que los colaboradores se trasladen a los lugares de trabajo, además de la entrega de mascarillas.