Ecuador volvió ayer a la calma tras acordar con el movimiento indígena el fin de la crisis causada por el furioso rechazo a medidas de austeridad, y tiene por delante la difícil tarea de reparar los daños que dejaron 12 días de protestas: millonarias pérdidas, siete muertos y centenares de heridos y detenidos.

El grueso de nativos regresó a sus comunidades en medio del toque de queda y militarización también impuesto desde el sábado para la capital.

Quito fue escenario de violentas protestas por la eliminación de subsidios a los combustibles, que finalizaron el domingo con un compromiso entre el gobierno de Lenín Moreno y el movimiento indígena que lideró las manifestaciones. La negociación fue cara a cara, con mediación de la ONU y la Iglesia católica.

El Ejecutivo aceptó el pedido de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) para desmovilizar a miles de sus miembros que llegaron a la capital: derogar el decreto presidencial 883 que eliminó los mencionados subsidios, pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Después del acuerdo, Moreno manifestó por Twitter: “¡Se recobra la paz y se detiene el golpe correísta”, en referencia al expresidente Rafael Correa; agregó que “se expedirá un nuevo decreto que nos asegure que los recursos lleguen a quienes realmente los necesitan”.

La medida, con la que el Estado pretendía ahorrar $1.300 millones al año, generó alzas de hasta 123 % en los precios del diésel y la gasolina en el petrolero Ecuador, que afronta una gran iliquidez.

El nuevo decreto en negociación significará que el “ahorro no será tan grande como el que se esperaba” para evitar un déficit de unos $5.600 millones en 2019, señaló el analista económico Alberto Acosta Burneo.

La protesta indígena generó “una fractura que va a ser muy difícil de recuperar”, dijo por su parte Pablo Romero, experto indigenista.

Los aborígenes representan un 25 % de los 17,3 millones de habitantes de Ecuador.

 

Derogación oficial

Moreno firmó oficialmente ayer el Decreto 894 por el que se “deja sin efecto” el anterior firmado el pasado 1 de octubre, y que detalla que se procederá a la inmediata elaboración de un nuevo decreto que permita una política de subsidios de combustibles.

Asimismo, el documento explica que hasta que se expida el nuevo decreto, los precios de los combustibles volverán a ser los mismos establecidos antes de que el Decreto 883 entrara en vigor.

Casi dos semanas duró la eliminación de subsidios a combustibles pactados con el FMI, que permite a Ecuador acceder a créditos por $4.200 millones para aliviar el déficit fiscal.