Con un rito frente al fuego en una comunidad del oeste de El Salvador, un grupo de indígenas demandó al Estado la devolución de centros ceremoniales para conservar su cultura, al conmemorar este jueves su día internacional.

"Pedimos nos devuelvan los centros ceremoniales porque son sagrados, no pueden ser usados para el turismo", declaró a la AFP Víctor Ramírez Latin, que se define como el contador del tiempo (chamán) en su comunidad.

En El Salvador, los parques arqueológicos de El Tazumal, San Andrés y Cihuatán son administrados por la Secretaría de Cultura.

Los indígenas celebraron la fecha en torno al fuego aromático que desprendía el humo de bálsamo, incienso blanco y resina de pino, a ritmo de tambores, pitos artesanales y marimba en el sitio sagrado El Llanito, en Izalco, unos 65 km al oeste de San Salvador.

El Llanito es un cementerio donde en 1932 fueron enterrados los indígenas que participaron en una insurrección que fue reprimida por el dictador Maximiliano Hernández Martínez, con el saldo de más de 30.000 muertos.

Ramírez considera que para ser "visibilizados", las autoridades deben permitirles "entrar abiertamente" a los centros ceremoniales para hacer sus rituales, no con un "toque folklórico" sino para instruir a las nuevas generaciones sobre "las enseñanzas que nos dejaron nuestros abuelos" con el calendario Maya, que es una guía sobre los rumbos de la vida.

Al acto conmemorativo de este jueves acudieron comunidades indígenas de diferentes puntos del país y Xincas de Guatemala.

En El Salvador, los pueblos indígenas constituyen 17% de los 6,6 millones de habitantes, según el Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño(CCNIS).

El Salvador adoptó en 2007 la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.