Indonesia recordó este sábado a los más de 4.000 muertos y desaparecidos en el terremoto y el tsunami registrados hace un año en la región de Palu, en las islas Célebes.

Oraciones multitudinarias se han celebrado en memoria de las víctimas del terremoto de una intensidad de 7,5 al que siguió un devastador tsunami.

Un total de 4.300 personas murieron o están hasta hoy desaparecidas y cerca de 60.000 viven en refugios porque perdieron sus casas y no han encontrado un lugar digno donde vivir, según cifras de la Cruz Roja.

La catástrofe también destruyó barcos de pesca, comercios y sistemas de irrigación, lo que ha dejado sin trabajo y sustento a un gran número de habitantes de Palu.

"Vivo en esta tienda desde el sismo", dice Ela, madre de cuatro niños. "Es muy difícil. Mis hijos se ponen enfermos. A veces hace muchísimo calor y cuando llueve dormimos en el suelo mojado porque no tenemos dinero para comprar un colchón", explica.

En la zona, centenares de escuelas no han podido ser reconstruidas y muchos niños se turnan para ir al colegio porque no hay aulas para recibirlos a todos al mismo tiempo, indicó la oenegé Save the Children.

Indonesia, un archipiélago de unas 17.000 islas e islotes, se formó por la convergencia de tres grandes placas tectónicas y se sitúa en una zona de gran actividad sísmica.