La industria textil y de la confección de El Salvador avanza en su reactivación tras el impacto que provocó en la actividad económica el cierre obligado por la pandemia del covid-19.

“Haber ingresado en la primera fase de la reapertura nos posibilitó que la pérdida no sea tanta y se pueda ir recuperando no solo el empleo sino las expotaciones”, dijo a Diario El Mundo Patricia Figueroa, directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas de El Salvador (Camtex).

Los datos oficiales del empleo del sector (hasta julio 2020) reportan una baja de 9,666 plazas, mientras que las exportaciones del rubro experimentan (a septiembre) una baja del -35 %.

 

Recuperación.

Figueroa reconoce que el sector ya despacha pedidos de prendas hacia el mercado estadounidense, los que se prevé se reflejen pronto en los indicadores de trabajadores y ventas al exterior, aunque con mesura. “Creería que pudiese mejorar un poco, pero siento que el ritmo siempre acabará en negativo porque es un año atípico. Esa es una realidad mundial”, enfatizó.

El sector exportó, de enero a septiembre, productos por $1,295 millones. Esto es un 35 % menos de lo que exportó en el mismo período de 2019. “Estuvimos cerrados tres meses y se ha ido recuperando”, explicó Figueroa.

El sector busca lograr una recuperación a niveles prepandemia en 2021 y concretar algo de la reubicación de inversiones por las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos.

La caída impactó en el peso del rubro en la matriz exportadora ya que este se redujo hasta en un 36 %, el sector enfatiza que es natural que se haya disminuido, pero que sigue en firme como un importante generador de empleos y divisas, mientras que el nivel de empleo se fija en 69,794 plazas.

 

Diversificación.

La pandemia representó un enorme reto, “el gran confinamiento” obligó al cierre de empresas y fronteras y cortó el comercio mundial, que obligó al sector a buscar alternativas como la producción de insumos médicos (como batas y mascarillas). Ayudó en los días de las cuarentenas, pero que se fue apagando en la medida que se retomó la normalidad.

“Se ha regresado a la producción normal de los nichos donde el sector es más competitivo y es la naturaleza de lo que hacemos. Es la primera vez en 10 años que disminuye la participación en las exportaciones, pero era de esperarse y es lo que pasa a nivel mundial”, añadió Figueroa.

La industria produce ropa para marcas como Nike y Reebok, chaquetas de invierno, entre otras prendas, y varias firmas del rubro figuran como las mayores exportadoras.

Mauricio Rodríguez, asesor técnico Comercial de Camtex, destacó que la industria dejó de ser “maquila pura” y se ha convertido en un proveedor regional que fabrica desde la hilaza hasta la prenda terminada, además de procesos logísticos, certificaciones de marca, químicos, accesorios para la industria.

 

  • EE.UU. es el primer destino


El principal destino de la industria textil salvadoreña es, por mucho, el mercado estadounidense con cerca del 80 %. El producto estrella es la confección de camisetas de algodón cuello “v”, redondo o sin mangas, seguido de ropa deportiva e interior.

 

  • Telas sintéticas


La producción de telas y ropa deportiva a partir de telas sintéticas se afianza en el país. La pandemia abrió nuevas oportunidades para la demanda de estas prendas porque la gente pasa más en casa por las medidas de distanciamiento social.

 

  • Buscan atraer inversión


El sector espera capitalizar algo de la inversión que salga de China por el conflicto comercial con EE.UU. Además, hay optimismo porque el Tratado de Libre Comercio siga en firme y se mantiene sin riesgo de ser renegociado por los candidatos a la presidencia en ese país.

 

El dato

De acuerdo con Camtex, la pandemia provocó que el sector experimentara su primera caída en una década. El rubro es el mayor generador de empleo de la economía local.