El Salvador sufrió un nuevo retroceso en el Índice de Competitividad Global (IGG), presentado por el Foro Económico Mundial (FEM), y este 2019 cayó cinco posiciones al colocarse en el puesto 103, debido a una fuerte baja en la estabilidad económica y la inseguridad ciudadana.

El Foro Económico publicó este martes su última edición del Índice de Competitividad Global, una serie de informes que elabora cada año desde 1979 para evaluar los impulsores de la productividad y el crecimiento económico a largo plazo. Reúne la opinión de más 100 empresas del mundo y organizaciones élites en política.

Este informe evalúa la competitividad de 141 economía del mundo a través de 103 indicadores repartidos en 12 pilares. Entre ellos se destaca instituciones, infraestructura, adopción de tecnologías de la información, estabilidad macroeconómica, sistema financiero, dinamismo empresarial, capacidad de innovación, entre otros.

El FEM mantiene este año la metodología que adoptó en 2018 para introducir indicadores que midan la preparación de los países frente a la cuarta revolución industrial y “proporciona una brújula para prosperar en la nueva economía donde la innovación se convierte en el factor clave de la competitividad”, indicó Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico.

Este 2019, El Salvador se colocó en la posición 103 de las 141 economías analizadas y significa un retroceso de cinco posiciones frente al puesto 98 obtenido en 2018.

El país está en las naciones peor evaluadas en los pilares de instituciones (donde se mide la seguridad), las competencias, la capacidad de innovar y en la estabilidad macroeconómica.

Además, El Salvador es el cuarto país de América Latina peor evaluado según el Índice de Competitividad, le supera Bolivia en la posición 107, Nicaragua en el peldaño 109 y Venezuela en el puesto 133.

En Centroamérica aventaja Costa Rica con la mejor evaluación al obtener la posición 62 y Panamá se colocó en el peldaño 66, luego Guatemala obtuvo el puesto 98 y Honduras se posicionó en 101, indica el informe.

 

¿Cómo resultó?

El Foro Económico destaca que El Salvador sufrió una fuerte caída de 43 posiciones en el pilar de estabilidad macroeconómica al colocarse en la posición 112 de las 141 economías del informe. En 2018, el país se posiconó en el peldaño 69.

Dicho pilar tiene por objetivo medir los principales factores que afectan la competitividad a través de los canales de decisiones de inversión. Este componente se evalúa a partir de la inflación, donde El Salvador se mantiene en la primera posición junto a 88 países.

También considera la dinámica de la deuda, un indicador que pretenden, explica el FEM, aproximar la sostenibilidad de las finanzas públicas. Este año, el índice coloca a El Salvador en la posición 127, al menos 46 posiciones por abajo del puesto obtenido en 2018, cuando estuvo el peldaño 81.

El Salvador retrocedió una posición en el pilar de instituciones y se colocó en el puesto 132, atrás del 131 obtenido en 2018. El FEM estudia en este componente los indicadores de seguridad, capital social, el desempeño del sector público, transparencia, derechos de propiedad, y gobierno corporativo.

La economía salvadoreña se mantiene entre los países peor evaluados en los subindicadores de crimen organizado y la tasa de homicidios. En ambos campos obtuvo la posición 141, la última dentro del índice.