Alejandro Poma, de Fusal, expuso la experiencia del programa Libras de Amor. Foto DEM-Óscar Machón

El director ejecutivo de la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (Fusal), Alejandro Poma, instó ayer a promover modelos efectivos y sin filtros políticos en proyectos para ayuda humanitaria, cuyo fin sea el desarrollo personal de los beneficiados.


Durante el décimo octavo Encuentro Nacional de la Empresa Privada (Enade), Poma compartió ayer la experiencia de Fusal y de su programa para la erradicación de la desnutrición infantil, Libras de Amor. Durante el Enade, la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) entregó un paquete de propuestas a los candidatos presidenciales para impulsar la generación de empleo y el desarrollo humano.



Para que El Salvador alcance su pleno potencial productivo, requerimos que todos alcancen su pleno desarrollo personal”
Alejandro Poma
Director ejecutivo de Fusal

El empresario y también director ejecutivo de Fundación Poma destacó que buscar la mejora continua de las intervenciones es necesario, así como “promover modelos efectivos sin filtros políticos” y “articular una política pública integral para el desarrollo de la niñez”. De esa manera, destacó, Fusal desde su fundación en 1986 ha desarrollado proyectos para romper el círculo de pobreza a través de programas sociales enfocados en salud rural, nutrición, educación, emergencias nacionales e iniciativas productivas.



La desnutrición tiene un efecto permanente (...). a Las familias que son afectadas les resulta difícil salir de la pobreza”
Alejandro Poma
Director ejecutivo de Fusal

7
Propuestas
Hasta 2017, Fusal impactó de manera directa e indirecta a 140,620 personas a través de sus programas de ayuda humanitaria.

 

 
21
Municipios
Con el programa de Libras de Amor se ha disminuido la desnutrición infantil y la anemia en 21 municipios del área rural.

 

 
95%
Madres
Fusal indicó que un 95 % de madres practican lactancia materna inclusiva y el 92 % de las embarazadas tienen un peso ideal.


“Nuestro contacto con la gente nos permitió entender que la pobreza es un problema multidimensional y nos llevó a pensar en qué más podíamos hacer para atacarla efectivamente”. Fue así como en 2004, durante una crisis cafetalera, lanzaron su modelo de intervención integral basado en componentes de educación, seguridad alimentaria y generación de ingresos, y sostenibilidad social.


El documento del Enade 2018 destaca que la fundación ha distribuido más de $650 millones en sus proyectos de donaciones de ayuda humanitaria en especie, mientras que el programa Libras de Amor contribuyó a reducir hasta en 47 % la desnutrición crónica en 13 de los 21 municipios donde tiene presencia y los cuales cuentan con una línea base de desnutrición que ronda el 29 %, agregó Poma.


“Para que El Salvador alcance su pleno potencial productivo, requerimos que todos los salvadoreños alcancen su pleno desarrollo personal (…). Nuestra vocación de servicio no está sujeta a ideologías, la solidaridad la ponemos en práctica todos. Es un valor fundamental en las sociedades justas y democráticas”, afirmó.