Han pasado las internas de los partidos políticos que desean participar en las elecciones de Alcaldes, diputados y PARLACEN, todas se llevaron con cierta tranquilidad, algunos con señalamientos graves de posibles fraudes -Nuevas Ideas-, en otros casos se llegó a niveles de suspender ciertos postulantes para que no se diera competencia interna -ARENA- pero lo que nadie dice es que en ninguno de los partidos hubo sorpresa alguna ¿o Uds. observaron que se dieran resultados que no fueran los esperados?, los favoritos de todos los partidos quedaron, los que desde hace un año andan de medio en medio de comunicación promoviendo su partido, agenda y su propia imagen.

Da la impresión que los partidos han cumplido a cabalidad un simple requisito de forma, “celebrar internas” que permitan a la militancia simple y llanamente ratificar los candidatos que las direcciones de los diferentes partidos, junto a los financistas ya habían definido, porque si algo estamos claros es que la militancia no elige y quien les quiera decir lo contrario les miente descaradamente, tener internas de ese talante no significa que exista democracia interna en lo partidos, recuerden que durante nuestra dictadura militar se dieron elecciones y eso no significó nunca que fuéramos un país democrático.

La desnaturalización de esta herramienta es lo que seguirá pasando factura a los partidos políticos históricos y a los nuevos que surgen para este proceso electoral a celebrarse en 2021 y estas acciones dejan abiertas rendijas para que se metan caudillos y populistas con lenguas viperinas que encantan a las masas, que ven esperanza fuera de los partidos políticos, porque ni los nuevos logran romper con este sistema.

Los partidos han tenido un nulo debate interno de los precandidatos previo a las internas, lo que demuestra la poca vocación democrática de la partidocracia salvadoreña, pues, el debate sano de las diferentes corrientes de pensamiento con un análisis claro de la situación actual del partido en la coyuntura nacional, frente a la pandemia y los partidos que ya tienen representación en la Asamblea ni siquiera han evaluado el trabajo de su bancada ¿Cumplieron las promesas? ¿fueron efectivas sus estrategias para aprobar sus propuestas? ¿Qué temas necesitan ser reformulados o replanteados?, cero autocrítica, no digamos reconocimientos de errores.

Los partidos navegan en este país ignorando las claras señales que la población no cree en sus banderas, porque a falta de debate donde los precandidatos con sus diferentes líneas de pensamientos -que debe haberlas no todos piensan igual ni dentro de los mismos partidos- conservadores, progresista y eclécticos son realidades que se dan en todo grupo social y los partidos no se pueden abstraer de este vario pinto de pensamiento, deben más bien debatir y con un diálogo claro y franco presentar a las bases las diferentes corrientes y estrategias y debería ser la militancia la que decida, eso es un verdadero ejercicio democrático y no el show de estas internas que hemos tenido y que nos quieren vender como lo máximo en democracia interna.

Un debate bien hecho con propuestas reales y realizables desde la perspectiva ideológica de cada partido, ayuda a que la hora que gane un grupo del partido no se desmorone como suele pasar en El Salvador, que el grupo que pierde la interna grita fraude, lo del partido Nuevas Ideas no es nuevo, la decisión de los grupos es una historia que ya vimos en el FMLN, cuando este partido era el único que hacía este proceso interno, aunque sirvió en ciertos casos para simplemente expulsar algunas líneas de pensamiento, les sirvió para hacer la purga interna.

La carencia de discusiones, la falta de planteamiento estratégico de los partidos es lamentable, también el hecho que no se haga la lectura correcta de la encuesta de la UCA, cuando se le pregunta a la población sobre la preferencia de partido es Nuevas ideas quien sale con un 30% de apoyo, los partidos tradiciones no llegan al 4%, el 59% no se define y eso preocupa por los bajos niveles de votación que hemos tenido, si ese 59 no va a votar, no va ser culpa de la población, los partidos no lograron conectar con los electores y eso deben asumirlo con madurez, porque volver a culpar a la gente de mal agradecida, de tonta o irresponsable sería la cereza del pastel de su propia calamidad, en la misma encuesta se dice que el 75% desaprueba el trabajo legislativo, esos datos son importantes para tomarlo en cuenta, andar celebrando que el presidente perdió 20 puntos en su popularidad denota lo que les decía al inicio, estos partidos no tienen visión ni planteamiento estratégico y siendo así están condenados a su extinción.