Don Raúl muestra el límite que alcanzó el agua lluvia, en la inundación del pasado lunes, en la zona de el Triángulo. Foto DEM-Gabriel Aquino.

Las inundaciones del lunes por la noche en la colonia Santa Lucía, en Ilopango, dejaron estragos económicos en al menos 60 familias así como el recordatorio del impacto que pueden provocar las lluvias en la zona.


Eran alrededor de las 7:00 o 7:30 de la noche cuando comenzó a llover “sin parar”, como recuerda Martina Bonilla, residente por más de 23 años en el sector.


Y “en cuestión” de 30 minutos o una hora el agua sobrepasó el límite de las gradas de su casa y comenzó a ingresar a la tiendita que sirve de sustento para ella y su familia, y con la que su dos hijos se apoyan para continuar con la universidad.




Muebles y electrodomésticos se dañaron por la inundación. Algunos no tienen muebles. Foto DEM-Gabriel Aquino

El agua cubrió más de un metro con 50 centímetros la casa de Martina, provocando la pérdida de al menos una máquina de coser con la que Bonilla también trabajaba.


Esta situación no es nueva para ella, de hecho, debido a que las inundaciones se presentaron con mayor impacto desde el año pasado decidió ya no tener muebles en sus casas por temor a que estos se vuelvan a estropear.




Personal de la fuerza armada cuidaba una balsa en la colonia Santa Lucía. En las primeras inundaciones la FAES usó una para sacar atrapados. Foto DEM-Gabriel Aquino

Subir al techo para resguardarse


Pero Martina no es la única que afectada del lunes, también Jonathan Montano relató a Diario El Mundo como el agua hizo subir una vez más a sus tres hijos al techo de su casa, para proteger sus vidas ante la subida del nivel del agua.




Y aquí cada vez que llueve estamos con la zozobra de saber qué va a pasar, qué vamos a hacer; en mi caso tengo tres niños y cada vez que llueve y ya el nivel empieza a subir a la vivienda me toca subir a mis hijos al techo de la vivienda para poderlos resguardar”, indicó Montano.



Tanto Montano como Bonilla coincidieron en que los vecinos de la zona "no duermen tranquilos cuando llueve”; incluso en familia se turnan para supervisar que el agua no ingrese a sus casas y de ser así resguardan a sus hijos y lo que “se pueda”.


El agua subió hasta un metro con 70 centímetros el lunes, y provocó que un bus de la ruta 13 quedara atrapado junto con el conductor y un cobrador, y aunque ambos fueron rescatados con vida, luego del descenso de las aguas, las imágenes evidencian la altitud que las inundaciones alcanzan en la zona.


Las lluvias también provocaron un estancamiento de agua en la cancha “Azteca”, que se inunda cada vez que llueve desde el Ministerio de Obras Públicas, según residentes, abrió parte de la infraestructura para que descongestionar la cantidad de agua que se acumulaba, pero ahora este punto está carcomiendo la tierra por debajo del asfalto y los residentes temen la formación de otra cárcava.




La cancha “Azteca” de la colonia Santa Lucía se inunda, desde que las autoridades botaron un muro. Ahora temen una nueva cárcava ahí. Foto DEM-Gabriel Aquino

¿Por qué se inunda?


Bonilla explicó que no se trata de obstrucción en las tuberías, sino que estas no dan abasto para la cantidad de agua que baja de zonas aledañas a la comunidad.


Lisseth Segovia, residente de la colonia, indicó que el agua baja desde El Matazano, por la calle principal y que al menos otras cinco calles se inundan y al final, el agua llega hasta la zona de “El Triángulo”, donde se inundó el lunes.


Señalan que las bóvedas no dan abasto y no tienen rejas; esto provoca peligro a la hora del descenso del agua, porque alguna persona puede ser arrastrada.


El agua que ingresa a los hogares de las familias en esta comunidad son aguas negras, según aseguraron los pobladores, la cual ha generado con anterioridad enfermedades en la piel para sus habitantes.


Las familias dicen estar cansadas de solicitar ayuda, exigen una respuesta porque “es bien difícil, cada invierno se pierden cosas, y uno no tiene para donde irse”.