El sector de información y telecomunicaciones tuvo la mayor participación de la IED. / DEM


La captación de inversión extranjera directa neta (IED) se contrajo por segundo ocasión en el transcurso de 2019 y al cierre del primer semestre acumuló $435.9 millones, equivalente a una caída del 13.4 %, informó ayer el Banco Central de Reserva (BCR).

Los datos oficiales indican que la IED neta acumulada a junio pasado fue $67.3 millones menos frente a los $503.2 millones registrados en el mismo período de 2018. El Banco Central registra que es el segundo año consecutivo que supera los $400 millones y se mantiene por arriba del promedio de la última década.

La institución explicó esta contracción por el impacto de la reforma tributaria de Estados Unidos de repatriar los capitales estadounidenses en mercados externos. Se suma el cambio de estrategias de “ciertas empresas”, sobre todo del sistema financiero, de consolidar sus posiciones en los mercados líderes, y que conlleva a reducir o cesar las actividades con cuotas menos significativas.

El Banco Central detalló que información y comunicaciones es el sector que más contribuyó con la IED del primer semestre del año, con una participación de $159.8 millones, un 36.7 %.

El ramo de electricidad tuvo un participación equivalente al 26.6 %, con flujos de $115.8 millones, mientras que la industria recibió $107.6 millones, un 24.7 % del total captado en el primer semestre del año.

El último informe de inversión extranjera directa de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), publicado en agosto pasado, advirtió que las tensiones internacionales entre Estados Unidos, China y la Unión Europea podría reducir hasta en 5 % los ingresos para la región en 2019.

Latinoamérica y el Caribe recibieron en 2018, en conjunto, $184,287 millones en IED, impulsada por Brasil y México. Con este resultado se revierte la tendencia de cinco año de caídas, pero la CEPAL no considera una perspectiva alentadora para 2019 por el enfrentamiento comercial.

En tanto, el Banco Central aseguró que la tensión impacta en las expectativas de las empresas transnacionales y se refleja en retrasos o cancelación de inversiones.