La deuda y los conflictos internos siguen presionando para que el riesgo soberano de El Salvador se mantenga entre uno de los más altos en América Latina, pese a que se ha reducido para sus pares en Centroamérica, según el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI).


El EMBI, elaborado por la financiera estadounidense J.P. Morgan, es el principal indicador que toman en cuenta los inversionistas. Calcula el rendimiento que debe pagar un bono de un país emergente frente al estadounidense, que es considerado como “libre de riesgo”.


Con el inicio de la pandemia, el EMBI para América Latina se disparó ante la incertidumbre si los países serían capaces de cumplir sus compromisos de endeudamiento. En el caso de la economía salvadoreña, su riesgo llegó a niveles de 1,049 puntos en mayo, es decir, que si el Gobierno emitía deuda en ese período podría obtener una tasa de interés entre el 10 % y 12 %.


Un ejemplo de ese riesgo es el cupón que se agenció la emisión de $1,000 millones realizada en julio a un interés de 9.5 %. Significa que 32 años, el período de vencimiento, cada año el Ejecutivo tiene que destinar $95 millones para intereses y en 2052 deberá pagar el saldo.




El riesgo de caer en un impago está presente. No lo vemos en una forma inmediata. Todavía tenemos espacio, pero mucho más limitados que antes”
Roberto Rubio
Director ejecutivo de Funde




Eleva su endeudamiento y se da un marco de confrontación política. Esta mezcla no contribuye a la estabilidad y aumenta el riesgo”
Rommel Rodríguez
Economista de Funde



Baja riesgo


En la medida que los países iniciaron sus procesos de reapertura económica, el riesgo soberano también comenzó a descender. Sin embargo, el EMBI para El Salvador aún se mantiene entre los más altos de América Latina y supera incluso al promedio de las economías emergentes.


El Salvador logró mantenerse entre los 700 y 800 puntos entre junio y octubre, pero a partir del 15 de octubre subió a 937 y llegó a 976 al 20 de este mes.


De Centroamérica, el EMBI también se mide en Guatemala, Honduras y Panamá donde mantiene una tendencia decreciente. Al 20 de octubre, el riesgo para la economía guatemalteca era de 270, la hondureña en 337 y la panameña en 169. Costa Rica que tiene una situación fiscal similar a El Salvador ocupa 802.











¿Cómo se calcula el riesgo soberano? El EMBI se basa en el comportamiento de la deuda externa emitida por cada país, mientras menor certeza se tenga que honrará sus obligaciones, más alto será el riesgo soberano y se cierra el mercado internacional.



Roberto Rubio, director ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), explicó que la permanencia del alto riesgo se debe, por un lado, a la deuda contenida en el anteproyecto del presupuesto de 2021 y con “ingresos que no son realistas”. Además, influye el discurso político de impago para salarios o compromisos con alcaldías y la falta de aprobación de los créditos con multilaterales.



Falta de claridad


El banco de inversión independiente de Estados Unidos, Stifel, advirtió de una “falta de claridad” de un plan del Gobierno para dar sostenibilidad a las finanzas públicas.


El Gobierno salvadoreño continúa emitiendo deuda local para responder a problemas de caja por la crisis económica y se conoció que la semana pasada el mercado de bonos se cerró para El Salvador por la inquietud de los inversionistas ante el incremento de los compromisos.


En un análisis compartido esta semana, Stifel considera que las recientes colocaciones de deuda pública con altas tasas de interés son una muestra que el panorama económico continúa restringido por la falta de “claridad sobre el plan de la actual administración para llevar la trayectoria fiscal a una senda más sostenible, agravada por la ausencia de acceso al mercado internacional”.