Según el reporte, el Gobierno del presidente salvadoreño Nayib Bukele sigue penetrado por la estructura de Alba Petróleos, calificada como “una máquina para lavar dinero del narcotráfico y la corrupción”.
“Mientras que Nayib Bukele prometió un nuevo paradigma de gobierno que rompía con la derecha tradicional y con la izquierda tradicional, su gobierno sigue estando profundamente penetrado por los elementos más criminalizados de ambos grupos”, dice el informe.
“Estos elementos están congregados a través de la estructura de Alba Petróleos y bajo la dirección de José Luis Merino …, quien no se amolda al modelo de gobierno limpio que Bukele alega estar construyendo ni el que los aliados de Estados Unidos deberían estar buscando en el hemisterio”, señala el documento elaborado por Farah.
Según la investigación, Sigfredo Merino juega un papel fundamental y está siendo investigado por Estados Unidos y El Salvador por lavado de dinero. Señala al diputado del FMLN Carlos Alberto García Ruiz, fundador de Alba Petróleos, y Mauricio Cortez Avelar, como “testaferro” que habría creado decenas de empresas para Alba Petróleos desde Panamá a Gibraltar a Nevada y Florida, en Estados Unidos. Cita que el abogado Cortez Avelar nunca ganó más de $16,000 al año según sus declaraciones de impuestos pero aparece como apoderado o representante legal en 22 empresas relacionadas.
Según el estudio, el presidente Nayib Bukele y empresas controladas por él y su familia “recibieron casi $3 millones en préstamos múltiples a empresas publicitarias propiedad de Bukele de la filial de Alba Petróleos, Inverval” y que el presidente admitió haber recibido $1.9 millones para comprar acciones en Starlight, propietaria de TVX.