Disidentes iraníes protestan contra la pena de muerte en su país. Fotografía de AFP.


Irán ejecutó el sábado a un empresario, apodado "el sultán del asfalto", acusado de fraude, corrupción y tráfico a gran escala de productos petroleros, informó la agencia Mizan, especializada en temas judiciales.

Hamidreza Bagheri Dermani es el tercer empresario ejecutado desde que este verano Irán lanzara una campaña anticorrupción.

Fue declarado culpable de "corrupción en la tierra" --la peor acusación en este país-- por estafa de 10 billones de riales (87,5 millones de euros, casi 100 millones de dólares al cambio actual), mediante "fraude, falsificación y corrupción", según Mizan.

Detenido en agosto de 2014, Dermani falsificó decenas de documentos inmobiliarios para poder conseguir préstamos, según la agencia en línea.

Según la justicia, recibió ayuda del exgobernador del Banco Central, Mahmud Reza Khavari, condenado por rebeldía el año pasado tras huir a Canadá, en medio de otro escándalo de desvío de fondos.

La televisión pública iraní presentó el sábado la ejecución del empresario casi como una película de acción y mostró un documental sobre todos sus delitos.

Irán no publica estadísticas oficiales de sus ejecuciones judiciales. Pero según un informe difundido en abril por Amnistía Internacional, ocupaba en 2017 el segundo lugar en aplicar más la pena capital, por detrás de China con más de 500 personas ejecutadas.