En un comunicado publicado la noche del martes desde la sede de la ONU, O'Brien también instó a todas las partes a tomar todas las medidas necesarias con el objetivo de proteger a los civiles bajo las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos.
"Pido otra vez a todas las partes que levanten de inmediato el sitio contra los civiles en Siria, incluyendo Madaya, la ciudad de Deir-Ez-Zor, Douma, Foah y Kefraya y otras localidades asediadas, y pongan fin a los ataques indiscriminados contra las áreas pobladas por civiles y las infraestructuras civiles", anunció.
"El pueblo sirio ha sufrido durante demasiado tiempo; la población civil, los más vulnerables, los niños, las mujeres, los discapacitados y los ancianos son los primeros atrapados en medio de los combates", expresó en el comunicado.
La apelación del alto funcionario de la ONU llega después de la evacuación entre el 26 y el 27 de agosto de la población entera del poblado asediado de Darayya bajo un acuerdo alcanzado entre representantes de Darayya y el Gobierno sirio.
O'Brien, quien también asume el cargo de coordinador de auxilio de emergencia de la ONU, afirmó en el comunicado que "la ONU no fue una parte del pacto, y no fue informada de la evacuación hasta varias horas antes de su puesta en práctica".
Expresó su preocupación sobre un posible desplazamiento forzado como consecuencia de la evacuación, y subrayó que "todos los asedios, una táctica medieval, tienen que levantarse" sin "ningún tipo de acuerdo que conduzca al desplazamiento forzado de la población civil".
El alto funcionario agregó que a todos los desplazados debe permitírsele regresar de manera voluntaria, segura y digna a sus casas siempre que lo permita la situación.