La aceptación social es la licencia para que el Gobierno y privados desarrollen un proyecto estructurado como Asocios Públicos Privados (APP), enfatizó Enrique Olivero, de la firma de consultores EY.

“Si la población que supuestamente va a ser la beneficiaria de los APP que vamos a sacar al mercado no está convencida de las bondades del APP, esto no funciona. Hay que hacer un trabajo previo de explicarle a la gente el alcance del APP y por qué se hace”, explicó el experto.

Los APP movilizan inversión privada hacia un bien o servicio público que necesita mejoras. En ese caso, el inversionista se compromete a diseñar, financiar, construir y mantener el proyecto a cambio de que el Estado le permita su explotación en un contrato de concesión de largo plazo.

Puesto que se trata de un bien público, el apoyo gubernamental al inicio del proyecto “es fundamental”, pero esa “confianza” y “credibilidad” se debe ganar en los mercados. “Es normal que un país que comienza con un programa de APP, en los primeros años, los desarrolladores o inversiones son escépticos a si el Gobierno está comprometido con este tipo de transacciones”, comentó Olivero.

Por ello, agregó, en un principio el ideal es salir al mercado con proyectos sencillos pero con carpetas de inversión maduras, transparentes y que garanticen el retorno de la inversión.