Si el país no protege adecuadamente sus recursos naturales, si no se ensayan métodos innovadores para el cultivo de la tierra y para generar energía limpia y accesible, las posibilidades de vida en el país y la seguridad para la convivencia colectiva disminuirán con la misma velocidad que se incrementan las pérdidas en el agro.
La creación de parques, el resguardo del bosque cafetero y otras opciones ecológicas y económicamente viables para impulsar un turismo responsable, son también alternativas que urge implementar y que fácilmente pueden impulsarse con la combinación de esfuerzos entre el sector público y privado.
Tener qué comer y dónde vivir pacíficamente, es un ideal humano.