Como hemos dicho muchas veces, la pandemia traerá consigo una profunda crisis económica y social, más allá de la grave crisis sanitaria que nos afecta y seguirá afectando mientras no haya una cura o una vacuna contra el covid-19.

Estudios publicados esta semana advierten de un fuerte retroceso en el progreso social de los salvadoreños, un fuerte impacto de la pandemia en el desempleo juvenil y la posibilidad de que aumenten significativamente la inmigración ilegal debido a la falta de oportunidades que podría tener el país.

Un estudio de la Fundación Poma advertía que la pandemia ocasiona un fuerte deterioro en la salud y nutrición, educación y libertades. Y eso es preocupante. El estudio señala que hay un riesgo significativo de deterioro en el nivel de bienestar de la población, lo que a largo plazo representaría un retroceso grave en los logros alcanzados en las últimas décadas.

Por otro lado, otros estudios advierten que los flujos migratorios hacia Estados Unidos podrían elevarse por un agravamiento de las condiciones económicas y sociales impactadas por la pandemia. Con el agravante de las políticas migratorias en aquel país, las dificultades para migrar serán cada vez mayores. Y el tercer estudio, igualmente preocupante señala que el desempleo juvenil crecerá el doble que el desempleo general, lo que sin duda traerá un mayor impacto sobre la migración y los problemas de violencia juvenil que ya sufrimos. Un panorama difícil para el país.