Hace unas semanas publicamos la historia de un compañero periodista que se enfermó por covid-19 porque alguien de su núcleo familiar asistió a una piñata en el vecindario. Solo fueron cinco niños a la piñata pero hubo casi 20 personas contagiadas derivadas de la fiesta infantil.

Los contagios por coronavirus han ido a la baja la última semana pero es necesario estudiar los casos de algunos países donde han ocurrido rebrotes después de la baja de casos. Y quizás España es un ejemplo de lo que no debe hacerse.

Una vez ocurrió el levantamiento de las restricciones, los jóvenes españoles empezaron a hacer fiestas, a llenar discotecas, bares y otros centros nocturnos y de ahí surgió el rebrote. Los jóvenes llevaron la pandemia a sus casas y enferman a los mayores. El resto de la historia ya la conocemos. Es un círculo vicioso si no se toman medidas.

¿Cuáles son esas medidas? La primera es usar la mascarilla todo el tiempo en lugares públicos. En El Salvador hemos sido bastante obedientes con esa recomendación, a pesar de que no hay ninguna medida coercitiva al respecto. Quiero decir, no hay multas ni cárcel por no usar mascarilla. Pero en España y en muchos estados de Estados Unidos, hay multas severas y además, muchos cuestionamientos al respecto. Ha habido incluso protestas por la imposición de la medida.

Para nosotros, evitar las fiestas y reuniones sociales es una recomendación vital para prevenir nuevos contagios. Sin duda, la próxima semana, con la entrada en funcionamiento del transporte colectivo, el riesgo será mayor, de ahí que el uso de la mascarilla es fundamental, además el distanciamiento social y las medidas higiénicas como lavarse las manos y el uso del alcohol gel. El comportamiento personal y colectivo es la clave para evitar mayores desgracias.