El anuncio de que se discutirán reformas a la Constitución de la República ha generado inquietud y dudas entre diversos sectores de la sociedad. Nuestra Constitución, establecida en 1983, fue ampliamente discutida en aquella Asamblea Nacional Constituyente que se eligió en medio de balas de la guerrilla.

Ahora el vicepresidente, Félix Ulloa asegura que el análisis que promueve a la Constitución de la República no es de artículos separados, sino del “marco normativo en su conjunto”, desde el preámbulo hasta el último artículo y sostiene que este debate debe ser cerrado porque es técnico.

Esto último es preocupante. La Constitución de 1983 fue discutida públicamente y hay documentación amplia hasta en grabaciones en vídeos y audios sobre lo que los constituyentes pensaban y rebatían entre sí. Por eso se habla mucho del espíritu del Constituyente a la hora de interpretar un artículo X o Y de la Carta Magna. ¿Cómo es que el máximo marco normativo de la nación se pretende discutir en secreto?.

En las últimas décadas, varias naciones latinoamericanas han hecho reformas constitucionales o nuevas constituciones con discusiones públicas aún en aquellas naciones donde se han hecho constituciones a la medida de los gobernantes como en Venezuela, Bolivia o Ecuador, donde regímenes autoritarios de izquierda han eliminado libertades e impuesto reelecciones indefinidas. Discutir la Constitución en secreto sería un grave error para el país.