Hay que navegar la pandemia, el virus vino para quedarse. Esto va para largo, hay que gestionar esta crisis de la mejor forma posible. La esperanza que se controle la enfermedad, que la vacuna sea universal o se adquiera la inmunidad, son objetivos de mediano plazo.

La realidad, según investigaciones recientes es que la pandemia puede durar desde varios meses hasta dos años. Según el Dr. Marc Lipsitch (MIT Technology Review, 2020), no solo se trata de llegar al pico de la curva y sobrepasarlo hacia una disminución en el número de casos como muchas personas lo creen. La pandemia tendrá otra conducta en la forma de picos sucesivos como las olas del mar que se van proyectando hasta cierta distancia perdiendo intensidad progresivamente y va a estar por un buen tiempo en nuestras sociedades.

La educación es un aspecto fundamental de la vida nacional, la pandemia ha generado una situación educativa inédita que está afectando sobre todo a los niños creando una generación que aprenderá menos. Las escuelas tienen más de cuatro meses de estar cerradas.

La pandemia ha puesto al descubierto la vulnerabilidad del sistema educativo, hoy los aprendizajes son en línea, la escasa experiencia de los docentes en esta modalidad y el hecho que no todos los estudiantes disponen con los recursos tecnológicos necesarios, son las principales limitantes para el desarrollo de los aprendizajes de los estudiantes.

Como resultado del confinamiento, se pueden identificar tres grupos de estudiantes, los que cuentan con los recursos tecnológicos y conectividad permanente, los que sólo pueden conectarse ocasionalmente con un consumo de datos limitado acudiendo al uso de WhatsApp y los que viven en zonas sin recepción de señal de telefonía celular, ni conexión a internet, en condiciones de una total desigualdad social y tecnológica.

La Escuela es la Casa: La Generación COVID tiene que aprender de otra manera, urge la concreción de planes de entrega de equipos a estudiantes y maestros para dar continuidad a las clases y asegurar que todos tengan conectividad de internet.

Sin duda, en todo esto, los Maestros tienen un mérito extraordinario, que de un día para otro, montaron un Sistema de Educación a distancia desde la casa, utilizan su computadora personal; su teléfono celular, Internet, la energía eléctrica de su casa pagada de su propio bolsillo. La sala, la cocina o cualquier rinconcito de su casa, se hizo público a desconocidos, abrieron la puerta en de la intimidad de su hogar, hicieron que el resto de la familia se adecuara a esta nueva realidad y se mantuvieran en silencio, mientras dura la clase.

Todos agradecemos a los profesionales de la salud y a los que brindan servicios esenciales. Hay que tomar en cuenta dentro de los que aportan servicios esenciales a los Maestros. Por lo que han hecho, por lo que les queda por hacer, los aplausos también son para Ustedes.

Hay que tenerlo claro: el mayor problema que dejará la cuarentena en los estudiantes será que “Habrá un rezago educativo para todos”, explica el Banco Interamericano de Desarrollo. Y cuando habla de “todos” se refiere tanto a los jóvenes que tienen recursos económicos y han podido atravesar esta pandemia en su casa con tecnología y padres que los ayudan, como a aquellos que no han gozado de estas oportunidades. Por lo pronto, la alternativa que se está contemplando es diseñar cursos adicionales para ayudar a los estudiantes a llenar los vacíos que dejaron la cuarentena.

La pandemia se debe ver como una oportunidad clave para impulsar la transformación del sistema educativo. A pesar del costo social que representa el encierro, la pandemia sin duda, tendrá que impulsar profundos cambios pedagógicos. La resultante de todo esto tiene que ser tener una educación más articulada con la vida, más pertinente, contextualizada y trascendente. Hay que tener en cuenta que los cambios en pedagogía y en tecnología educativa, se deben relacionar con los desafíos de La Cuarta Revolución Industrial.

La Generación COVID, necesita un bono digital, para que tengan computadoras y que cuenten con acceso a internet para recibir clases virtuales, se trataría de un incentivo en efectivo que se daría a las familias que envían a sus hijos a la escuela.

Es indispensable siempre tener en cuenta, que la educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de la sociedad. La educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.