Gerardo Zacarías, un joven ingeniero, fue un fin de semana al Estadio Cuscatlán a disfrutar de un partido de su equipo Alianza. Pagó dos dólares para tener derecho al estacionamiento y disfrutó del juego porque su equipo ganó. Cuando salió se dirigió al estadio se llevó la tremenda sorpresa: Su auto había sido robado. Pidió explicaciones a los empleados, quienes le dijeron que la empresa no se hacía responsable por daños a los vehículos, robos de objetos o cualquier hecho vandálico en el estacionamiento, lo cual estaba escrito en el ticket. Fue a poner la denuncia a la Policía Nacional Civil, pero nunca le dieron seguimiento a su caso. Su carro fue sacado del país o desmantelado.

Hace algunos días una excompañera fue a un centro comercial y se estacionó menos de media hora. Antes de salir validó su ticket y pagó el importe indicado. Cuando llegó al estacionamiento su auto (polarizado) había sido abierto y los malhechores le robaron una laptop. Fue a la administración para hablar con el jefe o gerente y estos le dijeron que nada podían hacer porque la empresa no se hacía responsable por el robo de objetos dejados dentro del vehículo. Ni siquiera ofrecieron revisar las cámaras de seguridad.

Hace algunos años me golpearon el carro en un estacionamiento de un hotel capitalino. Fui a reclamar al gerente e igual me señaló que estaba claro en los rótulos visibles que la empresa no se responsabilizaba por daños en el automotor dentro de sus instalaciones. Cuando le dije que era periodista, al menos me permitieron ver el video, donde se observaba que un camión blindado de una empresa de seguridad había sido el culpable. Afortunadamente la empresa me respondió por los daños porque también se dieron cuenta que era el jefe de redacción de un periódico digital. De lo contrario, tal vez me hubiese tocado correr con los gastos de reparación.

Traigo a colación esos tres casos, de miles que seguramente ocurren en todo el país, porque sin estar normado y sin que parezca justo o legal, las empresas e instituciones han adoptado desde hace décadas esa forma abusiva de evadir responsabilidades. Simplemente hacen boletos y ticket donde dejan expreso que no responden por daños ni robo de objetos dentro de los automotores, a pesar de que no es un servicio gratis que ofrecen.

A quienes hacemos uso de los estacionamientos nos cobran. Muchos de esos sitios cuentan con agentes de seguridad y cámaras de vigilancia. En algunos lugares las tarifas son relativamente altas. En algunos sitios dan ticket con la advertencia que si se pierde el usuario está obligado a pagar una tarifa máxima. Ese pago sirve para la seguridad en el estacionamiento de nuestros vehículos y de nosotros mismos; sin embargo, la empresa no se hace responsable subsidiariamente por los daños o perjuicios. Esto realmente me parece una práctica tan cotidiana como abusiva, sin que nadie haga algo al respecto.

Se tiene que crear una reforma o una legislación para obligar a las empresas o propietarios de estacionamientos privados para que respondan subsidiariamente por los daños y prejuicios, a fin de que mejoren los controles y las estrategias de seguridad. En otras palabras, debe existir una institución u oficina con la función de sancionar y eliminar estas prácticas abusivas y lesivas. Si alguien ha pagado por estacionarse en un sitio privado, quienes le cobraron están obligados a responderle por los daños, de lo contrario hasta puede haber una especie de complicidad entre los malhechores y la empresa (o sus empleados). Quizá sea función de la Defensoría del Consumidor o de otro ente, pero alguien debe supervisar que no se violenten los derechos del cliente o usuarios, pues al final se paga por un servicio.

Uno quiere llegar a un centro comercial, a un parque, a un hotel, a un supermercado a un antro, a un centro recreativo o a cualquier otro sitio, donde la empresa o los propietarios del estacionamiento respondan por los daños y perjuicios, Desde luego cada quien debe de poner de su parte y no dejar las puertas abiertas o en una posición donde sea factible sufrir un daño. Inclusive cuidarse de dejar objetos de valor.

En países como Argentina, Costa Rica, Chile y otros, las empresas o dueños de los estacionamientos responden al usuario y se muestran solidarios acompañando los procesos penales, cuando el usuario ha sido afectado por terceros dentro de sus predios. Reitero, algo debe legislarse o reformarse. Eso es responsabilidad social empresarial y hasta estrategia publicitaria. Es justicia.